Tanto va el cántaro al agua que algún día se tenía que romper.

Hasta hoy, la sospecha de que existía un mercado negro con las incapacidades de trabajo al interior de la Subsecretaría de Finanzas y Administración a cargo de Bernardo Segura Molina, dependiente en línea directa del Secretario de Finanzas y Planeación Guillermo Moreno Chazzarini, eran solo eso, sospechas, hasta que de plano abusaron y les cayeron en la maroma.

El edificio de la SEFIPLAN huele a puro azufre pues, según fuentes internas, han jalado para investigación a empleados y líderes sindicales que supuestamente regenteaban ese ilegal negocio tipificado como un delito federal, puesto que se involucra al Instituto Mexicano del Seguro Social.

Supuestamente están involucrados dirigentes y personal adherido a dos sindicatos además de personal de la dependencia.

Por un lado pudiera tratarse de dirigentes y personal adherido al Sindicato de Trabajadores al Servicio del Poder Ejecutivo de Veracruz, cuyo líder es Faustino García Fernández.

Se habla de que el problema es más grave entre empleados sindicalizados afiliados al Sindicato Democrático de Empleados del Poder Ejecutivo de Veracruz (SIEDIPEV), liderado por María de los Ángeles Sosa Oliva, puesto que se menciona que algo pudiera tener que ver una hija de esta lideresa que también presta sus servicios en la dependencia.

Se habla ahí dentro de SEFIPLAN que por lo menos hay un centenar de trabajadores que se han beneficiado por la venta al por mayor e ilegal de incapacidades médicas supuestamente fraudulentas. El asunto está demasiado caliente puesto que se han dado órdenes de que en este caso se vaya al fondo “caiga quien caiga”.

El hilo se descubrió al encontrársele a unos trabajadores documentos de incapacidades oficiales en blanco listos para ser llenados por empleados para engañar así a la dependencia estatal y al IMSS. En estos casos, cada documento apócrifo le sirve al trabajador para cobrar su sueldo sin trabajar por dos o tres días o los que supuestamente le haya otorgado algún médico del IMSS.

Un tremendo lío que difícilmente podrán callar las autoridades de SEFIPLAN y el Gobierno del Estado, puesto que el escándalo ya es la comidilla del día en la dependencia.