Ahora sí, estamos a tan solo un mes de que termine el gobierno del PRI de Peña Nieto y faltando unos días MORENA ha mandado los primeros obuses desde el Congreso.

Ya advirtieron que les tumbarán su aeropuerto, le quieren fincar responsabilidades a Peña Nieto y a su Gabinete por la Cuenta Pública 2016 (y falta la 2017 y 2018), les echarán abajo en seis meses la Evaluación Educativa y desaparecerán el lNEE, les bajarán el sueldo a los burócratas y eliminarán puestos innecesarios, y si pudieran borrarían de la faz de la tierra cualquier vestigio del PRIANISMO con la misma violencia con que se terminó la descendencia de Aureliano Buendía.

Y lo mismo pasa en los estados como Veracruz. Los de MORENA se muerden las uñas y están ansiosos por llegar al Congreso y comenzar a borrar la herencia de Yunes Linares.

No quieren aprobar la Cuenta Pública 2017, no los dejan sesionar, amenazan con destituir al Fiscal Jorge Winckler y al Fiscal Carnal, revisarán con lupa la Cuenta Pública 2018 y seguramente saldrá un lodacero peor que los de Macondo, la autoridad se ha relajado, un día sí y otro también toman oficinas del Gobierno como la SEDARPA y la SEV… y todo, en el marco de un reloj de arena que inexorablemente llegará a cero en el último minuto del 30 de noviembre.

Faltan tan solo 30 días para que la pesadilla de muchos termine y comience el sueño de otros. Ojalá, se desea de corazón, que dentro de seis años la aspiración sea distinta y que el pueblo no siga igual de harto, como hoy, de tanta pinche tranza.