Mientras la Procuraduría General de la República, busca afanosamente una nueva estrategia con la finalidad de obtener una sentencia condenatoria contra Javier Nava Soria, colaborador de Javier Duarte de Ochoa con quien estaría involucrado en el desvío de recursos debido a que un juez calificó como ilegal la información financiera que presentó el agente del Ministerio Público de la Federación, Duarte de Ochoa ha rechazado en dos ocasiones en lo que va de este mes a un emisario del aún Gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares quien lleva la encomienda de pedir una tregua para evitar que éste revele mucha información muy comprometedora del panista. 

                                Información que gracias a la intervención de Enrique Peña Nieto no ha sido dada a conocer para no salpicar más su gobierno y los acuerdos que realizó con militantes del PAN, pero la permanencia del todavía Presidente de la República en Los Pinos está por terminar y con su salida también se termina lo pactado. Los “trapitos sucios” de Yunes Linares y de sus hijos  no tardan en darse a conocer. Duarte de Ochoa ya no tendrá  quien le pida que guarde silencio de todo lo que sabe a cambio de inmunidad para su familia.

                                Al emisario de Yunes Linares no se le ha permitido entrar a la zona de ingreso donde se encuentra el recluso más famoso, por instrucciones de éste mismo, ya que el cordobés sabe perfectamente bien que Yunes Linares no cumple con los tratos, como ocurrió en abril del 2016 cuando pactaron un “gran” apoyo económico a Fernandito Yunes Márquez para su candidatura a Senador, pero en cuanto recibieron el dinero para la campaña, faltando a la palabra de no agresión, el 5 de junio del 2016, el más “chiquito” de los Yunes Márquez  se dijo víctima acusando al entonces mandatario estatal de abuso de autoridad, fue el pretexto perfecto para no cumplir lo pactado. 

                             Pero no toda la cara de preocupación de Miguel Ángel se debe a lo que puede contar Duarte de Ochoa, también la aparición en escena de la maestra Elba Esther Gordillo, lo tiene con los nervios de punta, enfrentar a dos enemigos que le saben muchos “secretitos” sin padrinos, es de poner a sudar a muchos.

                           Además el Presidente que está por estrenarse, no lo respalda, Yunes Linares lo ofendió hasta el cansancio y no lo bajó de loco. Andrés Manuel López Obrador ha dicho que no es rencoroso, que no va a barrer para atrás, no intervendrá, esto dejará en total libertad tanto a Duarte de Ochoa como a Elba Esther Gordillo para que digan y declaren lo que saben o lo que quieran y no son cosas buenas de la Familia Yunes del Estero…el tiempo de cosecha ya llegó y el tristemente célebre patriarca de la Familia Yunes-Linares-Márquez lo sabe, es tiempo de pagar facturas pasadas… 

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