Se dice que Héctor Yunes Landa, diputado federal, jefe político y compadre del diputado local Jorge Moreno Salinas, Secretario de la Mesa directiva del Congreso en Veracruz, y padre de la diputada local Andrea Yunes, fue el único priista que resultó con reintegro de la pasada contienda electoral de julio.

Los demás, todos perdieron. Y se dice en los cafés que todos los demás perdieron porque, aunque aseguran que Héctor le arrimó votos a Morena para que Cuitláhuac pudiera derrotar al hijo del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, y que según negoció para que dos de sus gentes más allegadas fueran considerados con chamba en el nuevo gabinete, a la fecha no se han visto aparecer los nombres y colocaciones de Yolanda Gutiérrez Carlín ni el de Carlos Rodríguez Velasco.

Y es que se sabe que el gobernador Cuitláhuac le ha dedicado mucho tiempo de sus noches a checar y rechecar los nombres, currículas y expedientes de todos aquellos que le han recomendado como súper personajes triple A.

Cuitláhuac no quiere enfrentarse al golpeteo mediático que naturalmente emprenderán los yunistas que dejarán ha ubre en unos cuántos días.

Así que, si a Héctor le dan alguna posición política en su querido PRI, ya sea como líder nacional de la CNOP o la Presidencia de la bancada tricolor en San Lázaro, pues tendrá una buena zanahoria para que los miles de seguidores y viudas priistas  que tiene en Veracruz se llenen de paciencia esperando que llegue una próxima manera de enchufarse a cualquier nómina por ahí.

Canillazos para los que siguen considerando a Héctor Yunes como un gran amigo al que trabajarle de gratis es una buena inversión.