Algunas de las decisiones que se habrán de tomar en el equipo del Presidente Andrés Manuel López Obrador marcarán el rumbo y darán la carnita para el discurso de aquellos que piensan que el Sistema debía seguir como estaba. 

La primera de ellas será la de utilizar o no la línea de crédito que el Presidente Peña Nieto deja tramitada y aprobada por el Fondo Monetario Internacional por 74 mil millones de dólares. 

La disyuntiva es cumplir una promesa de campaña de no más deuda, o dejar de caminar mientras los ingresos del Gobierno se ajustan, pues las realidades ya empiezan a hacer su aparición. 

Por ejemplo, en Veracruz, el gobernador electo Cuitláhuac García Jiménez ya informó que no habrá rescate financiero de parte del Gobierno Federal. Y, así como Veracruz, varios estados más padecen del mismo mal. 

Otra decisión que AMLO tendrá que tomar apenas se siente en la silla del Palacio Nacional es la suspensión legal de la construcción del Aeropuerto de Texcoco. 

Esas dos, al menos, son decisiones que tienen que ver con tomar o dejar decisiones que tomó Peña Nieto y que habrán de decir mucho si el equipo de AMLO resulta ser el dream team con el que se podrá realizar la Cuarta transformación del país, o finalmente resultará un nightmare team. Un equipo de ensueño o de pesadilla como bien escribió hoy Raymundo Riva Palacio en su columna.