Tiene razón Jorge Winckler: Nadie lo puede obligar a renunciar. Lo que sí pueden es cesarlo. No juicio político, remoción del cargo.

Su jefe, su amigo Miguel Ángel Yunes Linares, la asestó la puñalada trapera apenas unas horas antes de abandonar Palacio de Gobierno.

El jueves 29 de noviembre, en la Gaceta Oficial del Estado fue publicado el Decreto número 749, que reforma el Inciso “d” de la fracción I del Artículo 67 de la Constitución de Veracruz.

La nueva redacción de ese inciso inicia así: “El fiscal general será designado y removido por el Congreso del Estado”.

Antes de esta reforma, el párrafo aparecía así: “El Fiscal General será designado por el Congreso del Estado”.

El penúltimo párrafo de ese mismo inciso “d” establece: “El Fiscal General podrá ser removido por el Congreso por las causas graves que establezca la ley, y por el mismo procedimiento de votación establecido para su designación”.

Este decreto fue aprobado por el Pleno de la LXIV Legislatura desde el 31 de julio, pero Miguel Ángel Yunes Linares no lo había publicado en la Gaceta Oficial, y por lo tanto no había iniciado su vigencia.

Vano fue, pues, el esfuerzo del diputado Juan Manuel de Unanue por defender al aún fiscal, al advertir que “no existen elementos para llevar a juicio político” a Jorge Winckler. Elementos, por supuesto que los hay, al grado de que ya han presentado dos solicitudes de ese tipo en el Congreso local, pero si lo que se quiere es que deje el cargo para que lo ocupe alguien con capacidad y experiencia, entonces el juicio político sería la “ruta larga”. 

Es más sencillo utilizar los mismos argumentos para declarar la existencia de “faltas graves” y con el voto de dos tercios de los diputados locales, removerlo de su cargo.

Y en esa coyuntura, es loable que el aún fiscal no renuncie, pues de esa manera no se deja espacio para la negociación política y, en consecuencia, se podrá actual judicialmente en su contra.

Hace dos años, cuando recién llegaba como gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, anticipaba una batalla legal para retirar del cargo de Fiscal a Luis Ángel Bravo Contreras. Fue entonces que un joven y brillante abogado, actualmente uno de los jueces con más alta efectividad en sus resoluciones (más del 95 por ciento) encontró el mecanismo jurídico que se debía aplicar.

Frente a la contundencia de sus argumentos, a Bravo Contreras no le quedó otra salida que negociar su renuncia, trato que al final fue roto por el propio Yunes Linares.

Hoy ese mismo juez ha tenido contacto con los más altos mandos del gobierno de Morena, quienes cuentan con la fórmula y habrán de aplicarla en los próximos días.

Jorge Winckler no renunciará. A él lo van a cesar.

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