El pasado viernes corrió la versión de que el secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros, había sufrido un accidente vehicular por el rumbo de Alto Lucero, lo que inmediatamente aclararon con un boletín diciendo que sólo habían sido sus escoltas y el secre estaba bien.

Pero el asunto es que el viernes y el sábado no apareció el secretario de Gobierno por ningún lado, en ningún evento, lo que es muy raro ya que si por algo se ha dado a conocer el alto funcionario, es por el exagerado protagonismo que llega incluso a opacar la figura del gobernador.

Tampoco en el boletín enviado se vio una foto de Don Patrocinio ayudando a sus escoltas o demostrándose que estaba ileso en dicho accidente, pero oficialmente manejaron que el señor secretario se encontraba bien.

¿Se le podría creer luego de haber organizado un Congreso Internacional de Caricaturistas en su natal Otatitlán que resultó un fiasco y al final sólo llegaron si acaso 8 moneros y no los 50 que difundieron? Bueno, esa ya es otra historia.

Total que el secre reapareció este domingo allá por la sierra de Zongolica. Al parecer dejó descansar tantito a su gente y ya era hora porque los traía reventados.

Y es que se sabe que dentro del primer círculo del secretario hay preocupación porque en aras de cacarear la austeridad han puesto en peligro vidas, manejando por zonas peligrosas, poco conocidas o que son un problema para los que tienen experiencia en logística y rutas.

Se entiende que los integrantes de la Cuarta Transformación desconfíen hasta de su sombra y todos los que no son de su confianza son tildados de "priístas", "yunistas", "corruptos", "mafiosos", "parte de la mafia del poder" y todas esas lindezas para sobajar, pero rayan en la exageración y se apoyan en gente que no tienen experiencia para situaciones como el traslado y la logística.

Hace algunos días, por ejemplo, el secretario de Gobierno y el de Seguridad Pública quisieron tomar una ruta desde Boca del Río hacia el cuartel de La Boticaria a través de un "atajo" que finalmente los llevó a una calle sin salida, sencillamente porque ni sabían dónde estaban y sus choferes desconocen el estado.

Otro ejemplo: en diversas ocasiones, las células (los grupos de escoltas) se sorprenden porque de repente la camioneta donde viaja el personaje principal se separa de la caravana y va a otros destinos no programados, dejando incluso que el convoy viaje sin su escoltado, quedando éste vulnerable y sin protección por su propia voluntad.

En el caso del secretario de Gobierno, se sabe que no es la primera vez que pasa un accidente de esta magnitud. Y que lo ocurrido el viernes es debido a que los escoltas llevaban dos días seguidos de trabajo intenso sin descansar moviendo al funcionario, porque con eso de que quieren impresionar al pueblo de que trabajan (además de la austeridad) a deshoras de la noche haciéndose los aparecidos, a la gente la traen reventada, con sueño, siendo que los funcionarios sí duermen en los trayectos.

Cualquier político o empresario con experiencia que use un servicio de escoltas sabe los que es poner la vida en manos de otros; y éstos deben ganar bien, comer bien, estar sanos, descansar a sus horas, dormir, pues son quienes van a movilizarlos o cuidarlos.

En este caso, trasciende incluso que recientemente un alto funcionario de la Secretaría de Salud se trasladó desde Coatzacoalcos a Papantla en plena Navidad y de última hora, y estuvo a punto de accidentarse a la altura de Gutiérrez Zamora.

De nada sirve que un gobernante quiera ser exitoso si expone su vida constantemente, pero además también expone a la gente que lo acompaña... ¿Qué ganan con andar a las carreras a deshoras? ¿A las prisas? 

No malinterpreten: claro que se agradece la austeridad, pero los nuevos funcionarios deben también tener presente que ponen a correr a su gente, desconciertan a las células y especialmente bajo el riesgo que implica moverse en carretera. 

Dicen por ahí, como analogía, que los nuevos se parecen a Quico cuando presumía sus juguetes en la vecindad: los tenía, pero no sabía jugarlos.

Chingao, tantita precaución. Nada les cuesta.

@pablojair