El pasado fin de semana, se inundaron la redes sociales con críticas estúpidas, en contra de Marina de Tavira y Yalitza Aparicio, las actrices de Roma, la peli premiada de Alfonso Cuarón; que si los vestidos feos, pese a ser “Haute Couture”; que si el pelo, que si nacas, que si no se saben vestir, pura brutalidad; estas críticas insanas han sido solo comparables, con las burlas que padeció Eiza González, en los premios Oscar con aquel vestido Ralph Laurent amarillo, con el que por cierto se veía escultural; memes, burlas y cuanta burrada, propia de retrasados mentales;  queda de consuelo que ellas, desde la cima de su exitosa vida, seguro ven a esas pobres almas en desgracia, emitiendo opiniones pendejas y seguramente solo bostezarán, para luego continuar con sus vidas plagadas de éxitos. 

Ahora bien, entre Marina, Eiza y Yalitza hay un mundo de diferencia, son tres mujeres con estilos muy diferentes, pero la saña es la misma, ¿lo han notado?, como duele el éxito y la felicidad de una mujer mexicana, lo peor es que duele tanto a hombres como a mujeres mexicanos, a nadie mas le duele así; muy triste y difícil ser mujer en México y peor en Veracruz, en donde se echan la bolita de la seguridad de las mujeres, entre Jorge Winckler Ortíz, el Fiscal General del Estado y Cuitláhuac García Jiménez, el Gobernador del Estado. 

Entiendo perfecto que el Gobernador García Jiménez, seguramente se sentiría mucho más cómodo, trabajando con un Fiscal General de sus confianzas, uno emanado de las filas morenistas; pero pues es lo que le tocó,  habrá que trabajar con él, ya que según el informe de resultados de la Fiscalía General del Estado, del 1º de diciembre al 31 de diciembre de 2018, hubo 19 feminicidios y en lo que va de enero otro tanto. 

Así que señores, finjan que les importa un poco la seguridad de los veracruzanos, ya no de la mujer, eso está visto que poco les importa, coordínense para trabajar y dotar de seguridad a las ciudadanas; recuerden que desde hace casi 64 años, las mujeres también votamos, así que piensen en eso, si su misoginia les nubla la razón. 

Ya ganaron, ahora toca cumplir las promesas, entiendo que ustedes si sabían solucionar los conflictos de seguridad del país, al menos eso dijeron; pues coordínense en lo que no les resuelve el congreso, si Jorge Winckler se va o se queda, que sus pleitos rancheros, como los de alcoba, a nadie más que a ustedes importan, la ciudadanía quiere simple y llanamente le cumplan y un actuar digno y profesional, concientícense que son funcionarios de un estado maravilloso.  

Los berrinches entre Eric Patrocinio Cisneros y Jorge Winckler deben terminar, la violencia genera más violencia, y ese tiempo que pierden acusándose y señalándose mutuamente, bien podría ser empleados en trabajo fecundo y creador, en beneficio de la seguridad. 

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