Después de arduas discusiones entre los diputados federales de todos los partidos políticos y de hacerle remiendos y más remiendos al texto original, al fin hubo acuerdo y se logró que el Pleno aprobara por 362 votos a favor y 119 en contra la iniciativa para crear la Guardia Nacional.

A la hora, en San Lázaro aún continúa la sesión y se discuten las reservas que hicieron cada uno de los partidos políticos.

Todo pareciera indicar que los diputados de oposición se están encargando de dejar la Ley como un verdadero Cuasimodo, pues de tanto cambio al final la famosa Ley y la Guardia Nacional vendrá a servir para lo mismo que sirvieron los cuerpos policiacos actuales.

Ya no se sabe si los diputados son empleados y representantes del pueblo o sus verdugos. Por ejemplo, los mismos diputados federales de MORENA se opusieron a que delitos que tanto afectan a la sociedad como el robo a casas habitación y negocios, así como el feminicidio y otros lacerantes delitos, no fueran considerados graves con lo que definitivamente se propicia y alienta la impunidad.

Al parecer a los señores diputados les interesa más proteger a los delincuentes que a la sociedad a la que debían servir, sin darse cuenta de que ellos también son ciudadanos y que tarde que temprano podrán toparse con un caso de estos en sus bienes o en sus personas y entonces sentirán lo que la población siente cuando a pesar de que se detiene a los delincuentes a las pocas horas están de nuevo en las calles haciendo de las suyas.

En el caso anterior, todos los partidos se pusieron en contra del pueblo, pues si bien MORENA votó a favor de que esos delitos fueran considerados graves, los del PAN y los del PRI se abstuvieron de votar a favor o en contra. Es decir, dejaron hacer, dejaron pasar y eso es tan grave como haber votado a favor o en contra.