Hablando de borregos negros y peludos (así se dice en el argot político a los supermega chismes), este día se soltó uno que no tuvo mucho eco por lo inverosímil del mismo. 

A Hipólito Rodríguez Herrero le está yendo mal… increíblemente mal, pero de allí a que MORENA vaya a absorber el costo político de quitarlo y aceptar de esa forma que no puede gobernar, hay mucho trecho. 

Ese es un lado de la ecuación. El otro lado, más complicado aún, es la dupla propuesta en redes sociales para sustituirlo: cualquiera de las dos diputadas locales de MORENA en Xalapa. 

Rosalinda Galindo ha demostrado tener aptitudes para el Congreso, ha destacado y ha trabajado con desenvoltura y seriedad. Lo suyo es el trabajo a ras de tierra, con la gente, y tiene la ventaja de tener fuertes conexiones con regidores. Pero ella, hasta donde se sabe, no se distrae en infiernitos y está concentrada en su labor. 

La otra diputada local, Ana Miriam Ferráez, no es que no se distraiga ni que no se concentre, digamos que por el momento tiene temas más importantes que tratar y le costará muchísimo trabajo el quitarse el estigma de sus gazapos como el de la política internacional expuesta en tribuna o el toque de queda que hasta un hashtag y un movimiento generó este fin de semana pasado a nivel nacional. 

Vaya, el comal no está para bollos en Xalapa, y si quisieron ser más creíbles en el borrego bien hubieran podido quitar a Ana Miriam y poner a Rafael Hernández Villalpando, por ejemplo… aunque bueno, de él tampoco se ha escuchado absolutamente nada.