Bien dicen que las comparaciones son chocosas, pero a veces son necesarias, sobre todo ahora que López Obrador asegura que pese a las amenazas continuará cercano al pueblo y que algunos funcionarios de la 4a Transformación demuestran que están entendiendo el mensaje.

Pero los que jamás entendieron que la cercanía con sus pares era importante, fueron los funcionarios del anterior gobierno. Y es que se puede entender (e incluso hasta justificar) que algunos hayan tenido ayudantes de cocina pues a ciertos niveles hay secretarios que desayunan, comen y cenan en la oficina y es menester cuidar su alimentación.

Sin embargo, quien sí se voló la barda fue el ex Secretario de Finanzas y Planeación en el gobierno de Yunes Linares, Guillermo Moreno Chazzarini.

Empleados de SEFIPLAN aseguran que no podían utilizar un elevador (solo hay dos en el edificio) pues éste se reservaba para el uso exclusivo de don Guillermo.

Pero tal vez la mayor excentricidad era que tenía una persona (casi un pajecito) cuya única función era ir echando desinfectante por los lugares donde iba a pasar, sobre todo en barandales y pasamanos, así como rociar aromatizante en las mismas zonas, pues sus manitas y fosas nasales fifís, sufrían.

Ahora, al parecer la cosa ha cambiado. Los mismos empleados comentan que cuando llegó el nuevo Secretario, José Luis Lima Franco, se dio a la tarea de ir piso por piso para saludar a los más de 1,500 trabajadores de mano y conocerlos. Ya por el tercer piso iba como el caballo blanco, pero terminó los cinco pisos en un ejercicio que le llevó varias horas. Además, aseguran que los funcionarios de alto nivel utilizan las escaleras en la medida de lo posible pues no solo es bueno para el cuerpo, sino que aprovechan para convivir.

Estas acciones tampoco son las que cambian al Estado, pero son un buen punto de partida.

Así empezaron los de la 4T, aunque apenas llevan dos meses por lo que habría que esperar a ver cómo terminan de humildes el sexenio.

Increíble lo que había que ver con Yunes Linares.