No es por espantarlos pero aún hay políticos y políticas que  creen que el PRI puede volver por sus fueros y recuperar la presidencia. 

Un ejemplo de ello es la exgobernadora de Yucatán, Ivonne Aracelly Ortega Pacheco, quien quiere ser la próxima dirigente nacional porque, dice, desea corregir el rumbo del partido en el que se ha formado. 

También ha dicho que tiene la capacidad para esa tarea y, dice además, tener la experiencia para ganar campañas ya que ha ganado 9 de 10 procesos electorales en los que ha competido. 

Lástima que entre los muchos atributos que dice tener, ninguno tiene que ver con las causas populares a las que los priistas le dieron la espalda desde hace muchos años e hicieron crecer hasta el paroxismo la pobreza en México.