El medio día de este martes 5 de febrero, esta fue la noticia que sacudió los medios nacionales de comunicación y las agencias informativas: 'Cayó en manos de la justicia mexicana el exgobernador priista de Cohauila, Jorge Torres López'.

Este personaje no llegó a tener tanta fama pública nacional como el exgobernador de Veracruz Javier Duarte de Ochoa, porque a pesar de ser señalado aquí en el país de ser   cómplice de desviar millonarios recursos públicos con el  exgobernaor Humberto Moreira, quien renunció al cargo para dirigir al CEN del PRI, ninguna autoridad mexicana lo denunció por ello.  

Tuvo que ser la ‘Administración para el Control de Drogas’ la DEA, quién solicitó su detención a las autoridades mexicanas con fines de extradición. Lo más probable es que las autoridades norteamericanas de justicia lo hayan localizado y se lo hayan puesto en charola de plata para que la Fiscalía mexicana. 

Así en los días por venir se deberá iniciar el proceso de extradición hacia los Estados Unidos, donde lo juzgarán por presunto lavado de dinero, sobornos y desvío de recursos.

 El hoy detenido llegó a la gubernatura de Coahuila de manera interina ante la renuncia del gobernador priista Humberto Moreira en donde según  información pública logró malversar millones de pesos del erario en complicidad con su secretario de Finanzas Javier Villarreal, que luego fueron lavados en suelo norteamericano.  Sin embargo, ni la Auditoría Superior de la Federación ni la Secretaría de la Función Pública se dieron por enterados.