El ejercicio de la búsqueda de votos para concretar alguno de los dos primeros juicios políticos que se procesaron en el Congreso local, tuvo un beneficio adicional que pocos han aquilatado: sirvió para que los diputados –todos- se quitaran las caretas.

Hoy sabemos con toda precisión, quiénes trabajaban embozados, con los colores de Morena por fuera, pero comprometidos hasta el tuétano con el proyecto del clan Yunes-Márquez.

Exhibió también a aquellos legisladores de Morena que disimularon su voracidad en el mes de noviembre, que se plegaron al mandato de la mayoría en la bancada, en favor de Juan Javier Gómez Cazarín para comandar al grupo, pero vieron en estas dos votaciones la ocasión de meterle una zancadilla al Presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), sin detenerse a pensar que con esa actitud las consecuencias las habría de pagar el partido que los llevó al Poder.

Esta votación mostró además que la bancada del PAN (la que con tanto entusiasmo se ha dado a la tarea de exhibir las evidentes diferencias entre los legisladores de Morena) tampoco está tan unida. 

Sergio Hernández, su coordinador por decisión del dirigente panista Pepe Mancha, fue uno cuando tuvo el control del Congreso, pero es otro, mucho más limitado, ahora que debe asumir su papel de grupo minoritario.

En la reyerta prácticamente perdió a cuatro legisladores.

En la votación por el segundo dictamen, Enrique Cambranis Torres (ex dirigente estatal del PAN, ex diputado local y ex coordinador de la bancada albiazul) y Nora Jéssica Lagunes (legisladora panista por Huatusco) votaron a favor del juicio político, en tanto que Judith Pineda, diputada por el distrito de Tantoyuca, no asistió a esa sesión.

También se confirmó lo que ya era un secreto a voces: Que los integrantes del grupo denominado “El Lado Correcto de la Historia”, no eran otra cosa que mercenarios, con ambiciones personales, que se disgregaron en cuanto sus intereses dejaron de ser comunes. 

Al final le tuvieron que pedir un diputado al PAN (en este caso, a Ricardo Arturo Serna) para completar la cantidad mínima requerida para mantenerse como grupo legislativo.

Dos diputados de la bancada de Morena, Magdaleno Rosales y Augusto Nahum Álvarez, quienes en su momento manifestaron su apoyo a Amado Cruz Malpica para que se convirtiera en el coordinador de la bancada, y el diputado del PT Érick Iván Aguilar López, quien en principio se sumó al grupo “El Lado Correcto de la Historia” que encabezaba Gonzalo Guízar, decidieron formar su propio grupo legislativo.

La bancada que integraron PRI y PVEM votó dividida. Jorge Moreno y Andrea Yunes apoyaron que Jorge Winckler fuera sometido a juicio político, pero Éricka Ayala insistió en su rechazo a esa medida. No hay liderazgo, no hay quien marque la pauta. También Juan Carlos Molina, priista auto-proclamado “independiente” se opuso a que el Fiscal fuera llevado ante el Tribunal Superior de Justicia.

Al término de la sesión extraordinaria, abordado por los reporteros, Juan Javier Gómez Cazarín se dijo satisfecho con la votación. Les hizo notar que sin gastar un solo centavo, con la razón como única herramienta, consiguieron sumar 30 votos.

Los “cañonazos” salieron del otro lado. Un derroche que de nada les habrá servido cuando el Fiscal sea removido.

Ese es el saldo del primer round de esta contienda.

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