Se comenta en los cafés que cuando por encima todo parecía en calma y aguado en el PRI veracruzano, de pronto aparecieron fuertes remolinos por debajo del río que agitaron sus aguas en la lucha interna por su dirigencia estatal. 

Conocida es la fuerte lucha iniciada por la Corriente Crítica Democratizadora para que las decisiones del Partido se abrieran a la militancia y hubiera oportunidad no solo para las cúpulas sino para todos aquellos que tuvieran méritos políticos. 

El mismo Ricardo Olivares Pineda, uno de los líderes visibles de la CCD, declaró a Política al Día que ‘Todos tienen derecho en aspirar y como va a ser consulta a la base quedará el que más convenga. El dedazo ya no existe por lo que será la base militante la que decidirá quién será la o el próximo dirigente estatal y la CCD estará atenta al desarrollo del proceso’. 

Sin embargo, entre los sabios bebedores de café se maneja otra Corriente que se ha levantado no solo por la democracia interna sino también con una filosa guadaña contra la Corrupción pronunciándose por el “No Voto a fidelistas y duartistas” a quienes consideran culpables de la debacle actual del PRI.

‘Cualquiera menos esos’, se oye decir a no pocos de esa corriente hasta ahora encapuchada. 

Los canillazos de hoy están pulverizados para los suspirantes, de los cuales hay pocos a cuales irle.