Es cierto, hablar de un incremento en los secuestros puede opacar cualquier cifra y cualquier resultado, porque los secuestros son de los delitos más dolorosos para la sociedad. 

Sin embargo, es justo también reconocer cuando se dan resultados. 

Estos resultados, por cierto, pudieran parecer aislados, pues un día caen unos por aquí y por allá, regados, diseminados y difundidos entre delincuentes comunes y gigantescos malosos. Pero finalmente los delitos también están diseminados por el territorio estatal. Tampoco es que todos los secuestros se den en una zona, o todos los homicidios dolosos en unas pocas hectáreas. 

Por tanto, si de pronto se escucha de tres abatidos en Misantla y luego del aseguramiento de un campamento del Cártel Jalisco Nueva Generación en Tierra Blanca, podría parecer poca cosa… pero no lo es. 

Este miércoles, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado, en conjunto con el director de la Fuerza Civil, encabezaron un operativo en el que se aseguró un campamento, presuntamente del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), en el rancho “La Chincheta”, municipio de Tierra Blanca. 

En el lugar incautaron tres armas largas, un arma corta, un chaleco balístico, un casco táctico tipo Kevlar, una granada de fragmentación, indumentarias con las insignias del CJNG, dos camionetas, una Toyota tipo Hilux, placas T97-ATW; otra, Nissan tipo NP300 Frontier, placas XV74-658; y una motocicleta Italika. 

¿Entonces? Hay resultados, pero es tan amplio el territorio, tantos los malos y tantos los delitos, que a veces por ver el árbol perdemos de vista el bosque. Hoy, cuando menos, la SSP de Cuitláhuac tiene estrellita.