Las figuras priistas del momento son Adolfo Ramírez Arana, y Silvia Domínguez López; Norma Priscila Bautista Aburto y Fernando Sánchez Olarte; Damara Isabel Gómez Morales y Eligio Morales Fuentes; Zaida Alicia Lladó Castillo y Jorge Landa Rivera; Carlos Aceves Amezcua y Marilda Elisa Rodríguez Aguirre; así como Marlon Ramírez Marín y Arianna Ángeles Aguirre; fórmulas que competirán si así lo permite Carlos Brito y su banda que conforman la Comisión de Procesos Internos del PRI. 

Anteriormente no era raro que desde la misma Comisión de Procesos Internos atajaran a los aspirantes, pero hoy se  duda que Brito se aviente la puntada de descalificar alguna de las fórmulas que se registraron este domingo conforme a la Convocatoria, por lo que a partir de este martes todos los candidatos aspirantes saldrán en tropel como linces en pos de las presas. 

En general se duda que el árbitro de la elección sea el más adecuado para esta ocasión, sobre todo porque si entre los aspirantes hay hasta cierto punto amistad, entre las manos que mecen la cuna no la hay por ningún lado. Se habla que entre ellos hay varios innombrables en los ‘cuartos de guerra’. Se trata de una reciente pugna que parece será irreconciliable pues entre las heridas profundas hay varias traiciones y recontratraiciones comprobadas. 

Sabemos que entre la mayoría de los políticos priva la hipocresía y en ella conviven… pero la traición es algo que no se perdona. 

Los que saben muy bien de estas pugnas entre los ‘padrinos titiriteros’ y manos mecedoras de cuna, son los ‘lideres sociales regionales’, mejor conocidos como los “caciques”. 

Les platico aquí parte de las reflexiones que quien esto escribe recogió de una plática con uno de esos personajes mitológicos mejor conocidos como caciques:  

‘Por años servimos al Partido en el Poder y siempre recibimos reciprocidad’ 

‘El último gobernante priista que valoró nuestra función fue Fidel Herrera Beltrán, de nuestra mano hicimos morder el polvo a Miguel Ángel Yunes Linares’. 

‘Javier Duarte, como enlace con Fidel fue de lo mejor, pero como gobernador fue pedante, grosero y nos dio la patada’

‘El PRI de Duarte también nos pateó y marginó. Nos sacó de las jugadas regionales y botó a nuestra gente de alcaldías y diputaciones’. 

‘Cuando llegó el tiempo de Héctor Yunes Landa, no le dimos nuestro apoyo, estábamos dolidos, nos abrimos y el PRI perdió la gubernatura de Veracruz después de mas de 80 años’. 

‘Yunes nos quiso exterminar al principio de su gobierno, sabía que le hicimos perder la primera elección, pero después nos buscó para que apoyaramos a su hijo Miguel’ ‘En algunas regiones, compañeros nuestros le apoyaron, otros tantos no’. ‘Era demasiado peligroso para nuestra supervivencia política seguir bajo la bota de Miguel Ángel y su familia’. 

‘Como priistas apoyamos a MORENA, no queríamos que ganara Yunes, ni el PRI’. 

‘Somos y seguiremos siendo priistas y vamos a darle nuestro apoyo a uno de los candidatos que se la están jugando’. 

‘Tenemos candidato y lo haremos ganar’. 

Esto, como dije antes, es parte de una extensa conversación con un cacique de sombrero de finas palmas del caribe, guardaespaldas al pie y un oloroso puro que le hacen especialmente en San Andrés Tuxtla.

Parece irreal, pero es más real de lo que nos podamos imaginar. Los caciques de Veracruz todavía existen. Don Fernando se fue duro contra algunos de ellos, en algunas regiones los desapareció, pero las cepas han florecido y están en la jugada.

@frlicona