Este medio día se comenta en los cafés de cómo luego de un principio errático producto quizá de la falta de tablas el diputado Juan José Gómez Cazarín le costó un poco de trabajo la gobernabilidad en la Junta de Coordinación Política en el Congreso de Veracruz. Sin embargo, a la fecha el hombre ya se mueve como pez en el agua y difícilmente le meten goles en las negociaciones que mantiene con las demás fuerzas políticas representadas en la Cámara Local de Diputados. Ha parado se nos comenta algunas iniciativas locas que incluso han propuesto y presionado para que se lleven a discusión del Pleno algunas iniciativas a las que les faltaba maduración y estudio en Comisiones. Y, para eso, se necesita tener bien claro qué sí conviene políticamente llevar al Pleno y cuáles en lugar de tener beneficios para los veracruzanos solo levantarían polvo y crearían más incertidumbre política que soluciones. Bien por el diputado sureño, hacía falta tan solo que se encanchara.

Por otro lado, también se comenta que al Presidente del Congreso de Veracruz diputado José Manuel Pozos Castro no le ha temblado la mano para subirse al ring contra el Fiscal General de Veracruz Jorge Winckler Ortiz y acusarlo de ser el responsable de la enorme cantidad de asesinatos de mujeres que han ocurrido en Veracruz. Ha declarado Pozos que existe un gran retraso en las carpetas de investigación.

Lecheros para los diputados Gómez Cazarín y Pozos Castro que ya marcan el paso en el Congreso.