O en verdad AMLO no se entera de qué declaran sus principales colaboradores o es que no le consultan para abrir la boca. 

Las dos cosas son igual de graves, pues por un lado refleja una falta de atención del área de comunicación social que no le asiste como es debido sus conferencias mañaneras y no le entera lo que declaran sus colaboradores o al Presidente le venden un discurso cuando la realidad es otra y así lo declaran. 

No es posible que ayer mismo, ante los senadores, su Secretario de Comunicaciones y Transportes Javier Jiménez Espriú afirmó que la cancelación del proyecto de construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) no se encontró ningún hecho probable de corrupción. 

Sin embargo, esta mañana el Presidente López Obrador dijo tajantemente ‘Sí hubo corrupción en la decisión de construir el NAIM en Texcoco’, y explicó las 4 razones que tenía para afirmarlo. 

Antes sucedió lo mismo con el Subsecretario de Hacienda, Arturo Herrera, quien fue desmentido en su cara por decir que se regresaría el cobro de la Tenencia Vehicular a la Federación, o cuando este mismo subsecretario informó que sería aplazada la construcción de la refinería en Dos Bocas en Tabasco y tuvo que ser desmentido por AMLO. 

En este sentido quizá lo que debiera preocupar más es lo que escribe hoy el periodista Martín Moreno y publica el Portal SinEmbargo, en el que narra una plática que tuvo con la titular de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, a la que preguntó por qué asistía a las conferencias mañaneras y ella le contestó que debía ir pues ‘después es casi imposible verlo o comunicarse con él en otro momento del día’. 

Esto es igual de grave que los cocotazos públicos que le da a sus colaboradores pues demuestra la falta de coordinación y comunicación de AMLO con su gabinete.