Las acciones al interior de los Centros Penitenciarios de Veracruz no son parte de una concesión graciosa ni un chispazo de buenas intenciones, son, en realidad, parte de una estrategia bien pensada y planeada para mejorar las condiciones dentro de los penales del Estado. 

No ha sido solo uno o dos los operativos sorpresa que se han llevado a cabo durante el presente sexenio, son varios ya los operativos que se llevan a cabo con atigencia y con estricto apego a la ley y con el respeto a los derechos humanos. 

Este tipo de acciones instruidas directamente por el Secretario de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado, y ejecutadas con diligencia por la Subsecretaria de Prevención y Participación Ciudadana, Sarahí Peña Galaviz, son ramas torales para salvaguardar la vida y la sana convivencia. 

Por eso, el que ayer se haya llevado a cabo un operativo sorpresa en el Centro Penitenciario de Papantla con el acompañamiento de representantes de la CEDH, no debe ser tomado a la ligera, pues es allí, en los Centros Penitenciarios donde se debe pretender que no sean escuelas del crimen sino lugares para la reinserción social. 

Durante la inspección, los custodios revisaron a 283 personas privadas de su libertad, de los cuales 271 son hombres y 12 mujeres, asegurando diversos objetos no permitidos por el reglamento para centros penitenciarios. 

En dicho operativo participaron elementos de la Dirección General de Prevención y Reinserción Social (DGPRS), así como 80 elementos de la Fuerza Civil y Policía Estatal, quienes apoyaron en la revisión y resguardo de las instalaciones penitenciarias.