El PRI se rajó y adelantó los tiempos para elegir su nuevo presidente nacional.

En un momento reflexivo desde la cúpula decidieron no darle oportunidad a una militancia aburrida y apática. Conociendo los resultados y los desaguisados que tuvieron en los dos laboratorios estatales que se llevaron al cabo en Veracruz y Yucatán, optaron por adelantar la elección de su presidente y cortar por lo sano.

En esta semana que termina, la cúpula priista hizo que su mejor gallo renunciara a la gubernatura de Campeche y todo mundo se lanzara en su apoyo como antes en las grotescas ‘cargadas’.

A la cúpula le valió bolillo el Acuerdo de su Consejo Político Nacional de que la renovación de su líder debía hacerse abierta a la militancia.

Y es que el arroz estaba cocinado desde el 20 de mayo pasado durante el festejo en todo lo alto de la boda del conocido abogado Juan Collado, a la que asistió también el expresidente Enrique Peña Nieto.

El columnista José Ureña escribió el pasado 10 de junio que ahí Enrique Peña Nieto luciendo su nueva pareja después de su sonado divorcio, hablando de política le comentó a una exsecretaria que operó con él en su gabinete:

‘He decidido dar mi voto a Alejandro Moreno’.

Ante el asombro de ella, él recalcó:

-‘Sí, mi voto va por Alito’.

Y esa fue la línea para quebrar la decisión del Consejo Político, la elección se adelantó y el pasado 10 de junio Alejandro Moreno Cárdenas, mejor conocido como “Alito”, entregó su solicitud de licencia al cargo de gobernador al Congreso de Campeche para que de inmediato 11 de los 12 gobernadores priístas, encabezados por el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo Maza, -operador político de Enrique Peña Nieto-, diputados federales, senadores y una mayoría de consejeros priistas levantaran simbólicamente la mano al ya famoso ‘Alito’.

Desde luego que, para taparle el ojo al macho, la cúpula le dará gusto los demás aspirantes y el día planeado, de la forma planeada y con el ‘mochado’ Padrón priista avalado por el INE, se realizará la elección abierta a la militancia, tan solo para evitar suspicacias y demostrarle al mundo que, le pese a quien le pese, el PRI es democrático y que por primera vez en su historia consultó a los militantes para definir sus liderazgos.

Así se le dará gusto a José Narro Robles, exrector de la UNAM y extitular de Salud con Peña Nieto; a la exgobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega; y al también exgobernador de Oaxaca. Solo a ellos, porque José Ramón Martel y la veracruzana Lorena Piñón aseguraron hueso desde el momento mismo en que operaron en favor de ‘Alito’.

El PRI no escarmienta ni lo hará. Perro que come huevos ni a palos deja la maña.

¿Alguien duda de que esta película se haga realidad? Alito, puede apostar lo que sea, es el próximo Presidente del PRI nacional.

@frlicona