La tremenda arbitrariedad, pero sobre todo la unilateralidad, con la que el Gobierno del Estado establece el costo de los trámites gubernamentales, es pasmosa e indignante. 

Por ejemplo, ¿Sabe Usted con base en qué se determina que pague 100, 200, 300 o 1,000 pesos por algún trámite? No se sabe, jamás lo explican. 

En el actual gobierno… como ha sido en todos los gobiernos, aplican el “masomenómetro”. No hay estudios que determinen que algún impuesto o arancel deba costar lo que cuesta. 

Todos los años en la Ley de Ingresos Estatal se establecen los costos de las multas, cargos y recargos, siempre avalados por los diputados que tampoco saben lo que avalan y se les endilga a los ciudadanos una tabla de costos que tendrán que cargar quieran o no. 

Por ejemplo un caso indignante. La emisión de una constancia puede costar en Veracruz 1,030 pesos. ¡Increíble! Que una sencilla constancia cueste más de mil pesos es una verdadera mentada, un robo en despoblado. 

Pero lo más increíble es que la constancia que cuesta más de mil pesos sea una “Constancia de cumplimiento de obligaciones fiscales” ante la Oficina Virtual de Hacienda. ¿Qué significa esto? Fácil, que para que el gobierno le dé a Usted una constancia de que no le debe dinero, tiene Usted que pagarle mucho dinero. 

Es indignante puesto que todos los procesos son informáticos. Ni siquiera se gastan muchos recursos humanos, basta con que un analista ingrese el RFC en una computadora del OVH y ésta hace una revisión en microsegundos… y esa consulta a la velocidad de la luz, la cobra el gobierno en ¡1,030 pesos! (incluyendo 134 pesos para el Fomento de la Educación).  

Así nos roba el gobierno, en despoblado. Y lo peor es que nada podemos hacer.