Luego de que el Congreso del Estado de Veracruz aprobara la medida para que no se expendieran más bolsas de plástico en los supermercados y tiendas de autoservicio, éstas inmediatamente le encontraron el lado bonito a la disposición y hacen pingües negocios a costillas de los usuarios. 

La medida impulsada por el Congreso, desafortunadamente, quedó incompleta, pues en el afán de sacarla al vapor sólo consideró que ya no se expendieran plásticos, cuando que lo mejor hubiera sido que las tiendas de autoservicio y los grandes almacenes, optaran “obligatoriamente”, por la utilización de bolsas recicladas y biodegradables. 

Esto es, no se trata de quitarle a las grandes compañías el costo financiero del empaquetado, sino que ellas deberían optar por otros sistemas como las bolsas de papel reciclado o incluso que esas bolsas “ecológicas” que tan displicentemente ponen a la venta, deberían entregarlas sin costo extra a los usuarios. 

Las grandes compañías se han hecho multimillonarias a costa de las cadenas productivas, reduciendo a casi nada las ganancias de los pequeños productores y vendiendo al costo que les venga en gana sus productos, y ahora, encima de eso, ni siquiera tendrán que pagar por el embolsado. 

Es una vergüenza que tiendas como Chedraui se digan que están a favor del medio ambiente al no dar bolsas a partir del 1 de agosto, cuando en realidad lo único que ven son sus ganancias. 

Tampoco se trata de ponerse -como diría el Secretario de Salud- a que "ningún chile embone", pues muchos seguramente aplaudirán la medida de Chedraui y otras tiendas departamentales, de lo que se trata es que los costos no sean trasladados a los consumidores y que si en verdad se ponen en un plan de cuidado al medio ambiente, que también se opte por medidas de reutilización, reciclado y biodegradación.