Bien dicen que lo que no se mide no se puede corregir, y en materia penitenciaria no es la excepción. 

Lo que hoy se llevó a cabo en Veracruz es de trascendental importancia, pues el Cereso de Jalacingo quedó seleccionado (junto con 15 Cereso’s más en el país), para participar en un proyecto impulsado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en México (UNODC, por sus siglas en inglés). 

La convocatoria “Atlas penitenciario” busca construir un modelo de evaluación y certificación del sistema penitenciario en el país, en pos de su fortalecimiento a través de la aplicación de estándares avanzados. 

El proyecto se desarrolla en tres etapas: la primera contempla la elaboración de un documento de estándares penitenciarios y sus mecanismos de verificación; la segunda consiste en la realización del pilotaje de estos instrumentos en 16 CERESO’s del país; y concluye con una versión final de los documentos para consolidar un modelo de evaluación del sistema carcelario mexicano. 

Cabe mencionar que tales acciones corresponden a la segunda etapa del proyecto UNAPS (Estándares Avanzados de Naciones Unidas para el Sistema Penitenciario Mexicano), cuyo objetivo es contribuir al reforzamiento del sistema mediante el monitoreo de las condiciones de reclusión en el país. 

El abrir los centros penitenciarios de Veracruz al escrutinio y esquemas de mejoramiento por parte de organizaciones internacionales sin duda hablan de la transparencia y las mejores intenciones de la SSP y el Gobierno del Estado. 

Cuando se den los primeros resultados de esta convocatoria del “Atlas penitenciario”, deberemos voltear la vista al día de hoy y a los meses anteriores, en los que se gestó este cambio.