La Comisión Estatal para la Atención y Protección a Periodistas en el Estado de Veracruz, tuvo su antecedente en la Comisión Estatal para la defensa de los Periodistas creada por decreto de Fidel Herrera Beltrán el 3 de mayo del 2006 publicado en la Gaceta Oficial número 102. Fue, sin embargo, una vil maniobra maquiavélica y una tomadura de pelo del cuenqueño a un gremio periodístico desunido, desorganizado, enojado por la inseguridad pública, pero sobre todo por el brutal número de compañeros caídos el ejercicio de su profesión sin esclarecer. 

Desde el principio fue un organismo cuyo diseño, alcances y sobre todo misión, fue calculada cuidadosamente desde lo más alto del Palacio de Gobierno para lucirla como una medida de vanguardia, de justicia en materia de protección a los periodistas. 

Nada de ello era verdad, Fidel no tenía dónde colocar a un viejo amigo y como muchas otras triquiñuelas se sacó la Comisión de la manga para burlarse de los periodistas. Él sabía muy bien que la defensa y asesoría legal en tribunales era lo que menos necesitaba el gremio. Los periodistas necesitaban y exigían justicia, que se aclararan los reiterados e impunes crímenes a sus colegas.

Los periodistas exigían el establecimiento de mecanismos y protocolos efectivos para que la práctica del periodismo se pudiera desempeñar en libertad y seguridad. Pero nada de eso ofrecía la Comisión de marras. Fue solo una agencia de colocación de amigos, una burocracia inservible, un gasto que a nadie benefició. 

Por ello, ahora que evidentemente no le sirve a los periodistas, pero que tampoco le sirve al Gobierno, es que será evaluada a petición de los mismos periodistas, secundados por diputados locales. 

La diputada Erika Ayala propuso y se turnó a comisiones el punto de acuerdo para citar a comparecer a la titular de la CEAPP, para que explique las medidas adoptadas para proteger y apoyar a los periodistas. Ayala Ríos dijo que desde su creación las agresiones contra los periodistas no han cesado. 

La pregunta es cómo la evaluarán, porque una cosa será verificar el cumplimiento de los programas institucionales que sirvieron de respaldo a la autorización de su presupuesto y otra muy diferente será evaluar la propia misión y resultados de esta. Lo que se necesita es evaluar su eficacia y su eficiencia y valdría la pena que también se evaluara su desempeño y resultados. 

La Comisión, así como fue diseñada no beneficia a los periodistas, ni les da seguridad a su ejercicio, ni debe seguir existiendo. 

Los diputados locales, a pesar de su buena intención (si es que la tienen), no podrán evaluar a la Comisión por el nulo esclarecimiento de la innumerable cantidad de crímenes a periodistas porque ese no es su objetivo, misión, ni tarea, para eso no le fue autorizado el millonario presupuesto. Por eso es que la Comisión debería desaparecer y dejar que el Gobierno del Estado asuma su papel de proteger a los ciudadanos todos, entre los que se encuentran, desde luego, los periodistas. 

Evaluar el ejercicio del gasto, comprobar que el presupuesto se haya aplicado conforma a la normatividad, que se cumplen las metas programáticas será un ejercicio inútil, pues para ello, la burocracia es experta. 

El punto es claro, si el gobernador Cuitláhuac García Jiménez ya dio la instrucción de desaparecer la CEAPP ésta desaparecerá. Si no es así, la comparecencia de quienes dirigen la Comisión será una farsa más de las que se acostumbran en el Congreso. 

Si un gobernador frívolo le dio vida a la Comisión, otro más racional la debe borrar del mapa y del presupuesto. 

Total, si la quitan no pasará nada porque a los periodistas no les ha servido tampoco para nada.

@frlicona