Rusia y USA ponen al mundo en la antesala de la destrucción del planeta.

Notimex informa esta mañana que el Presidente Ruso Vladimir Putin, ordenó a su gobierno responder las acciones de Donald Trump a raíz de que éste suspendiera el Tratado sobre Eliminación de Misiles de corto y mediano alcance. (INF)

La orden ante el Consejo de Seguridad de Putin fue analizar el nivel de amenaza creada por Estados Unidos para su país y preparar una respuesta simétrica, ya que fue el mismo Pentágono el que informó el lunes pasado sobre la realización de un ensayo de vuelo de un misil crucero convencional lanzado desde tierra, que alcanzó su objetivo tras volar más de 500 kilómetros.

Según Notimex, Putin aseveró que el gobierno estadounidense realiza ensayos así al tiempo que realiza una campaña de desinformación contra Rusia, acusándola de ser ellos quienes violan el Tratado INF, cuando su verdadero objetivo era desmantelar el acuerdo y desarrollar nuevos misiles, de acuerdo con el servicio ruso de noticias Sputnik.

Estados Unidos se salió del Acuerdo porque, de hecho, ya llevaba mucho tiempo involucrado en la creación de armas prohibidas por el Tratado ‘INF’ aseguró el Presidente Ruso.

Putin anuncia al mundo que Rusia nunca quiso, no quiere y no va a involucrarse en una carrera armamentista, “costosa y dañina” para su economía y manifestó que su país está dispuesto a dialogar con Estados Unidos “para restablecer la confianza y fortalecer la seguridad internacional”.

Sin embargo, una cosa son las declaraciones y las palabras y otra muy distinta los hechos, está visto que a ninguno de los dos primeros mandatarios se les puede creer puesto que ayer mismo Rusia, 5 días después de que Estados Unidos realizó la prueba antes mencionada con un misil crucero convencional lanzado desde tierra y alcanzó su objetivo tras volar más de 500 kilómetros, el propio ministerio de defensa de Rusia informó que Submarinos nucleares de su país realizaron este sábado (24 de agosto) con éxito el lanzamiento de los misiles balísticos intercontinentales Sinevá y Bulavá en las aguas del mar de Barents.

Donald Trump y Vladimir Putin se disputan la supremacía del mundo, de un mundo que no quedará nada cuando alguno de los dos gane.