La política tiene aristas tan complejas que, como las olas del mar, bien te pueden depositar en la playa que jalarte hacia lo más hondo.

Este miércoles, la marea mediática local, regional y nacional, se fue llevando la pena, el enojo social y la impotencia de no contar con una autoridad real que te proteja hacia el recrudecimiento de un viejo pleito político entre el Gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, y el Fiscal General del Estado, Jorge Winckler.

La pena, el enojo y la impotencia social pasó lamentablemente a segundo término mediático.

El tuit que escribió de madrugada el gobernador Cuitláhuac García Jiménez envió las miradas de las culpas hacia el Fiscal Winckler. Se llegó a pensar que por fin el gobernador tenía algo firme incluso para destituir al incómodo Fiscal. Las declaraciones en la conferencia de prensa mañanera que a bote pronto lanzó el Presidente Andrés Manuel López Obrador, enardeció momentáneamente a la opinión pública. 

Sin embargo, el Fiscal se movió como nutria en el estanque y en pocas horas el panorama cambió diametralmente. 

Analistas políticos abrieron sus espacios informativos al Fiscal y al Gobernador, aunque para esas horas la mayoría ya tenía la firme convicción de que el gobernador veracruzano había mentido y empinado al Presidente. 

Pese a eso, ya por la tarde al parecer el gobernador Cuitláhuac ya más asentado y quizá mejor asesorado aguantó a pie firme las preguntas en vivo del periodista Pepe Cárdenas y la percepción del zafarrancho mediático cambió a su favor. Cuitláhuac puede tener razón y el Fiscal también.

Los papeles y la investigación que realice la Fiscalía General de la República será lo que finalmente nos sacarán de dudas. 

Al menos, Cuitláhuac logró sembrar la duda de que el Fiscal podría no estar tan ajeno a la libertad que el MP federal le otorgó a uno de los presuntos autores materiales de la tragedia más dolorosa en lo que va del gobierno del Presidente López Obrador. 

La película seguirá rodando, pero lo que no rueda es la seguridad de los veracruzanos.  

En este punto y a estas alturas, lo más fácil es culpar a la Secretaría de Seguridad Pública como ya lo han hecho en redes sociales con más enojo que razones. Sin embargo, la seguridad de los veracruzanos no está solamente en la Secretaría de Seguridad Pública sino en una coordinación federal y estatal. Incluso podría decirse que Veracruz está militarizada puesto que el territorio estatal se ha repartido en dos mandos únicos y desde hace años los federales han inundado el territorio jarocho. El mando del Sur está comandado por la Secretaría de Marina y el del Norte a cargo de la SEDENA. Así que la SSP -y la Guardia Nacional incluso- son coadyuvantes en materia de estrategias de Seguridad. 

Así que el tema es mucho más complejo y podría decirse incluso sin temor a equivocación que lo que hay hasta hoy ha sido rebasado por la delincuencia. 28 personas fallecidas hasta la hora y otros más en estado de pronóstico reservado son el mejor ejemplo de ello.

Eso es lo verdaderamente importante, saber cómo le van a hacer las fuerzas de seguridad federales, estatales y municipales para ganarle terreno a la delincuencia, para darle la seguridad de vida que exigen y tienen derecho los veracruzanos y no quién de entre el gobernador Cuitláhuac o Winckler tenga o no razón. 

@frlicona