Mucho ruido y pocas nueces. En nada terminaron las maniobras del Senador Ricardo Monreal por tener el control absoluto en el Senado. Quería además de coordinar al Grupo Legislativo de MORENA y sus aliados, tener en un puño la presidencia de la Mesa Directiva por mediación de Mónica Fernández.

Sucedió que AMLO desaprobó que por ambiciones personales se trastocara la democracia interna del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), por lo que los  integrantes de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia se alinearon e invalidaron la elección en la que tumbaron al Senador Martí Batres para encumbrar a la Senadora tabasqueña Mónica Fernández.

La Comisión Nacional de Honor y Justicia dictaminó la resolución del expediente CNHJ-NAC-457/19 mediante el cual se invalidó el proceso electivo de la bancada de Morena y se instruyó reponer el procedimiento. 

Fue el mismo Martí Batres quien informó lo anterior por ilegal, dijo, fuera de norma estatutaria y diversas irregularidades.

No pocos quisieran ver la cara del coordinador de Morena en el Senado (Ricardo Monreal)  cuando Batres le entregue la notificación del resolutivo. Para mí, dijo Batres, este fallo representa una victoria moral, "Se batalló por principios y no por cargos", y aseguró que no volverá a participar en otro proceso interno para volver presidir la Mesa Directiva.

Este día, empero, gran cantidad de senadores aseguraron que en la siguiente elección votrán por Mónica Fernández. Aunque eso está por verse, mejor habrá que esperar, pues MORENA ha resultado ser toda una caja de sorpresas.