Como si no fuera suficiente el incremento de los delitos de alto impacto social, como lo es el secuestro, asaltos en carretera y homicidios con violencia, entre otros, en el 2019 se disparó el empleo sin prestaciones.

El análisis: en Veracruz en los primeros 6 meses del presente año, la Población Ocupada (PO) sumó 3 millones 321 mil 854 personas. De las cuales 2 millones 248 mil 204, según INEGI, se ubican en Ocupación Informal. De acuerdo con la Institución fuente, engloba al trabajo no protegido en la actividad agropecuaria, al servicio doméstico remunerado de los hogares, así como los trabajadores subordinados que trabajan para unidades económicas formales, pero lo hacen sin el registro de la seguridad social y representan el 67.7 por ciento del total de la PO. En otras palabras, más de dos de cada tres veracruzanos trabajan en condiciones desventajosas, sin prestaciones sociales.

En este marco, que no nos espante la inseguridad actual de Veracruz, estas cifras nos indican que hay un caldo de cultivo propicio para el crimen organizado, pues en el presente año, 51 mil 783 trabajadores se han incorporado al segmento de PO informal. La causa principal: las ramas de actividad con alto grados de productividad, que garantizan buenos salarios y prestaciones sociales desde 2013, observan una caída, que al parecer al gobierno federal y estatal no les preocupa. Mientras Veracruz se hunde en la desesperación del desempleo, violencia y altas temperaturas que tienen colapsadas todas las actividades agropecuarias. Nunca se había presentado una sequía como la del presente año, esto parece un infierno.