Y el Presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado de Veracruz, diputado Juan Javier Gómez Cazarín por fin abrió la boca y lo hizo para poner el dedo en la llaga y en el punto central del diferendo surgido a raíz de que la Comisión Permanente del Congreso ordenó separar temporalmente del cargo al Fiscal General de Veracruz Jorge Winckler Ortiz.

El dictamen se fundamentó con base en la falta de certificación del Fiscal, lo que éste en conferencia de prensa rebatió y dijo que no solo estaba certificado a nivel nacional sino internacional y ahí fue donde empezaron a surgir serias dudas de que la Comisión Permanente del Congreso haya actuado con causa justificada.

Sin embargo, el diputado Juan Javier Gómez Cazarín fue puntual al señalar que ‘No existe constancia de que Jorge Winckler Ortiz cuente con la certificación que marca la ley’ y abundó: ‘El Fiscal fue nombrado el 30 de diciembre de 2016, fecha en que debió acreditar el trámite de certificación ante el Centro Nacional de Certificación y Acreditación. Por tanto, suponiendo que tuviera un registro, tenía hasta el 30 de junio de 2019 para su revalidación, en términos de los artículos 67 y 68 de la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad y 219 y 220 de la Ley del Sistema Estatal de Seguridad Pública.

“Por tal motivo -continuó- el Poder Legislativo solicitó información a las autoridades competentes para evaluar al Fiscal General y la respuesta fue en el sentido de que no existe constancia alguna de que cuente con certificación, revalidación y registro conforme a lo que establece la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública en su artículo 67”.

Finalmente, el diputado Gómez Cazarín recalcó que el Congreso sí tiene facultades para remover a titulares de órganos autónomos, más cuando han sido impuestos a modo por gobernantes del pasado que le mintieron y engañaron al pueblo veracruzano’

Lo único curioso en este caso es que Winckler exhibió de lejos un documento mediante el cual aseguró estar certificado, pero que nadie pudo ver su contenido y el diputado Gómez Cazarín tampoco puso a la vista el documento oficial en el que el Centro Nacional de Certificación y Acreditación.

Por lo tanto, estamos ante un caso en el que el punto neurálgico de la discusión queda reducido a la palabra de cada uno de los actores de este singular caso.