El Presupuesto de Egresos de la Federación 2020, como bien apuntó el Secretario de Hacienda, Arturo Herrera, no es ni populista ni es neoliberal. Ha dejado hasta el momento tranquilos a la mayoría. 

Su presentación no puso nerviosa a la Banca y ha dejado tranquilos a los populistas por su continuidad en la inyección de ingentes carretadas de dinero a los programas sociales. 

A decir de expertos analistas, el PEF 2020 se puede calificar fácilmente con un 7.5, puesto que aunque tiene aspectos robustos, también tiene debilidades. 

Entre los puntos fuertes del PEF 2020 están el mantener la tendencia a no gastar más de lo que se ingresa, evitando el endeudamiento. 

Sin embargo, hay dos puntos torales que ponen en serio riesgo el desarrollo si fallan. El primero de ellos es la expectativa de crecimiento en la explotación petrolera de alrededor de 200 mil barriles diarios de gasolina, sobre todo tomando en consideración que la inversión privada en ese sector energético está diezmada. De no lograrse ese incremento en la producción de petróleo se verían amenazados seriamente los ingresos y no se podrían lograr las metas previstas. 

Otro punto a destacar es la drástica disminución de presupuesto para desastres naturales y esto es terrible. Para estados como Veracruz en los que con regularidad afectan huracanes esto debe ser preocupante y debe ser defendido ese presupuesto en la Cámara de Diputados. 

En síntesis, en el equilibrio el Presupuesto se salva, el problema está en la forma de gastar del Gobierno Federal que hasta el momento no ha sabido hacerlo eficientemente.