Un asunto demasiado peleado por los estudiantes normalistas lo ha resuelto el Presidente Andrés Manuel López Obrador de un plumazo.

Esta mañana en su conferencia de prensa el Presidente confirmó lo que establece la Constitución, ‘el Estado está obligado a garantizar la educación gratuita y de calidad’.

¿Y qué conlleva eso, otrora solución impronunciable en los discursos oficiales? Conlleva evadir esa enorme y quizá titánica responsabilidad del Estado.

AMLO dijo que ‘en el pasado se destinó mucho dinero para desprestigiar a los maestros’. Cientos de miles de ellos que trabajan y son la columna vertebral de la educación pública en el país se vieron vilipendiados, repudiados y menospreciados por otros miles de maestros que durante años han vivido del presupuesto público y han deshonrado una profesión tan digna y necesaria para el avance de los pueblos.

¿Qué estaba detrás de todo ello? ‘¡Acabar con la educación gratuita!’ Dijo el Presidente. Y abundó ‘podían estudiar quienes podían pagar colegiatura, porque los neoliberales tenían como mira acabar con la educación gratuita’.

Pero la nota del día y que debió caer como miel a los oídos de cientos de miles estudiantes normalistas y niños que sueñan con algún día ser maestros, es que AMLO dijo que habrá pase automático de la Normal a las plazas de maestros como respuesta a su formación y capacitación de sus estudios, y que las plazas serán cubiertas y tendrán preferencia los egresados de las Normales.