En los cafés de la capital veracruzana se comenta que por la vía legal será posible declarar en Veracruz la desaparición de poderes y menos un eventual juicio político en contra del Gobernador de Veracruz Cuitláhuac García Jiménez.  

La razón:

En esos casos, las mayorías de legisladores federales, senadores o diputados locales son las que finalmente tienen la última palabra.

Y por supuesto que los promoventes locales no hacen mayoría en el Congreso, aunque el bloque de 17 legisladores sea muy respetable número, -mencionados con nombre y apellido por Luis Ramírez Baqueiro en su columna ‘Astrolabio Político’-, sin duda perderán una eventual votación en el pleno.

Lo mismo pasaría por donde le busque el bloque, puesto que tampoco en San Lázaro ni en el Senado sus partidos no tienen mayoría.

Y eso, lo saben muy bien todos y cada uno de los legisladores que buscan ajustarle cuentas al gobernador Cuitláhuac por esa vía, sin embargo, en política cuando se trata de hacer ruido, hay que hacerlo, aunque en el Pleno sabes que serás vencido.

Canillazos para aquellos que por decisión propia buscan inmolarse y enrollarse en sus banderas partidistas cual kamikazes japoneses.