En la historia de Xalapa, la capital del estado, nunca se había presentado una situación política como la actual en la que diez o más políticos aspiran a suceder en el cargo al alcalde Hipólito Rodríguez Herrero, quien concluye su gestión en el 2020.

Durante mucho tiempo, Xalapa fue considerada como una extensión burocrática del gobierno priista. El alcalde lo imponía el gobernante en turno y se convertía en un empleado más de la administración estatal. El 90 por ciento de las decisiones se tomaban, no en el palacio municipal, en el de enfrente, ya sea en el despacho del gobernador o en el del secretario de gobierno, de ahí que a los xalapeños nos iba de acuerdo a como nos quisiera tratar el gobernador a través de su empleado el presidente municipal.

Y tuvieron que pasar muchos años para que el gobierno municipal de Xalapa fuera tomado por un partido de oposición al PRI que, desde 1929, había gobernado este importante municipio, sede del gobierno del Estado de Veracruz, que cuenta en la actualidad con cerca de 600 mil habitantes.

Fue en el año de 1997 cuando Rafael Hernández Villalpando ganó la alcaldía de la Atenas Veracruzana, por el Partido de la Revolución Democrática. En aquel proceso electoral perdió Rosario Piña, del PRI. Rafael Hernández Villalpando es un abogado xalapeño, ex priista, ex subsecretario de gobierno, ex rector de la Universidad Veracruzana, muy cercano colaborador del ex gobernador Dante Delgado y hoy flamante diputado federal morenista. Y así fue que la administración municipal de Villalpando fue opositora al gobierno del estado, encabezado por Miguel Alemán Velasco. 

La plaza de Xalapa, hasta el proceso electoral federal de 1988, fue una reserva electoral del Partido Revolucionario Institucional, pero con las victorias electorales del Frente Democrático Nacional se fueron ganando los espacios de elección popular para las más diferentes opciones políticas. En 2000 y 2003, Acción Nacional gana las diputaciones federales. Las elecciones locales también fueron para otras ofertas políticas. Actualmente, las dos diputaciones locales de Xalapa y la federal están representadas por miembros de Morena. En el pasado proceso electoral municipal, el electorado optó por el candidato de Morena, el doctor Hipólito Rodríguez Herrero. 

Pero ante tanto desencanto que se ha generado con los gobiernos de Morena, tanto el municipal como el estatal, los políticos consideran que es momento de participar en la contienda pues las posibilidades de triunfo son muy altas, es así como se van apuntando para estar en la contienda miembros de distintos partidos políticos que quieren gobernar Xalapa cuatro años.

Estos son, desde nuestra óptica, los principales aspirantes:

La primera que debemos mencionar, considerada una revelación en el medio político nacional, es la diputada federal xalapeña Dulce María Méndez de la Luz Dauzón, del partido Movimiento Ciudadano, a quien la organización Buró Parlamentario entregó recientemente un diploma de reconocimiento por haber sido la legisladora con el más alto desempeño en el primer año de la LXIV Legislatura Federal de entre 500 diputados. La joven Dulce María Méndez pertenece a una familia muy conocida y apreciada en Xalapa, por lo que puntos avanzados ya los tiene tanto por méritos propios como por lo que sus padres han hecho por la capital del estado, Armando Méndez –su señor padre- uno de los mejores alcaldes que ha tenido la capital, y doña Dulce –su mamá- trabajadora incansable en tareas de asistencia social.  

Enseguida hay que tomar en cuenta a los que son los militantes de Morena con posibilidades de triunfo y fuerza política al interior de su partido. Es el caso de Daniela Griego Ceballos, directora del Instituto de Pensiones del Estado, ex diputada local y destacada universitaria; Ernesto Pérez Astorga, Senador suplente de Ricardo Ahued, con una gris carrera política, fama de inepto y heredero de una cuantiosa fortuna que le dejó su señor padre don Ernesto Pérez Villarreal; la diputada local Rosalinda Galindo Silva, abogada y académica universitaria quien logró colar en la actual administración estatal cuando menos a quince de sus familiares cercanos, lo que habla de la fuerza política con que cuenta. En esta listita de morenistas debemos incluir al “Fifí” David Velasco Chedraui, joven heredero de una inmensa fortuna, sobrino consentido de la familia Chedraui, ya fue alcalde de Xalapa y ahora anda desesperado ofreciéndose como candidato con todos los partidos políticos solo que con Manuel Huerta, el superdelegado de Morena, David encontró buen respaldo a su proyecto. Ya se verá porque a lo mejor a “Tontin”, como le decía Fidel Herrera, le sale el tiro por la culata con los morenos que reclamen derecho de antigüedad y David se quede chiflando en la loma.

Otro serio aspirante, por el PRI, es Américo Zúñiga Martínez, quien ya fue alcalde xalapeño, presidente del CDE del PRI, secretario del Trabajo por lo que pese a su juventud cuenta con suficiente experiencia política y dentro de la función pública, además de buena imagen entre los votantes xalapeños a quienes dejó contentos con su actuación como presidente municipal.

Priista que se mantiene al frente de la CNOP, uno de los pilares del viejo PRI, pero metida en un graves problemas por los más de cuarenta aviadores que sostiene en las nóminas del Cobaev, la dirigente sindical de esa institución Érika Ayala Ríos, ha externado su deseo de competir por la presidencia municipal de Xalapa lo que le daría impunidad. Érika Ayala es originaria de Poza Rica, a los 22 años fundó el sindicato del Cobaev que hizo suyo, ha sido senadora suplente y actualmente es diputada local plurinominal por su partido, el PRI.

Otra mujer valiosa que ha demostrado honestidad en las funciones que ha desempeñado, sobre todo como representante popular, es la panista Cinthya Lobato Calderón, xalapeña a quien conocen y estiman muchos habitantes de la capital del estado dispuestos a apoyarla para que llegue a la presidencia municipal donde sería una garantía de eficiencia.

Y el diputado panista Sergio Hernández Hernández, uno de los empleados más cercanos a Miguel Ángel Yunes Linares, diputado plurinominal en dos ocasiones. En las urnas no ha ganado, al contrario, en esta segunda ocasión quedó en último lugar lo que debería de considerar para mejor retirarse de la contienda antes de hacer el ridículo confirmando lo que ya sabe, pero se resiste a creer que en Xalapa y en todo el estado gozan del repudio social, él, Miguel Ángel Yunes y el tuxpeño José de Jesús Mancha Alarcón, integrantes del cartel del estero.

¿Qué tiene Xalapa que a cual más levanta el dedo? 

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