Ni los conservadores ni la oposición política ha merecido advertencias tan duras del Presidente Andrés Manuel López Obrador que sus propios compañeros del Partido MORENA.

El primer jalón de orejas que algunos llamaron ‘coscorrón’ se los dio AMLO el pasado 20 de agosto a raíz del zafarrancho -que escaló a nivel de guerra- protagonizado por los senadores Ricardo Monreal y Martí Batres, ambos con cargo de primer nivel en el Senado pues uno es líder de la bancada de Morena y el otro en ese momento Presidente de la Cámara de Senadores.

AMLO les dijo claro y llano que ‘El pueblo de México tiene un instinto certero, sabe quién habla con la verdad, quién tiene buenos sentimientos, quién se preocupa por ayudarlos y quién es un trepador, un oportunista, un politiquero”.

Como los dos rijosos se hicieron desentendidos y ninguno de los dos se llamó aludido al ‘coscorrón’ AMLO les advirtió que ‘Si el partido que ayudé a fundar, Morena, se echara a perder, no solo renunciaría a él; me gustaría que le cambiaran de nombre porque ese nombre nos dio la oportunidad de llevar a cabo la Cuarta Transformación de la vida pública del país, entonces no se debe manchar ese nombre”.

El segundo regaño a los Morenos lo hizo AMLO el pasado jueves al decir ‘que despedirá a quienes intervengan en procesos internos del partido’ con relación a la elección interna de Morena que está en puerta y se ha denunciado que servidores públicos están metiendo las manos en favor de tal o cual de los candidatos a dirigir el partido: ‘es un asunto que deben resolver militantes y dirigentes de Morena’ dijo enfático AMLO. Y, agregó que: ‘los servidores públicos que intervengan en los procesos de internos de los partidos van a ser despedidos del gobierno y pedirá a la Procuraduría electoral de la FGR que intervenga para que sea juzgado quien participe a favor de candidatos utilizando recursos del gobierno’

Cuidado Morenos no canses a su ‘Gallina de los huevos de oro’