Fue hasta el jueves pasado (3 de octubre) cuando la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, informó a través de su cuenta de Twitter que se había reunido con el gobernador Cuitláhuac García Jiménez. Su texto lo acompañó con una foto del encuentro.

"Saludé con respeto y afecto al Gobernador @CuitlahuacGJ con quien tuve la oportunidad de comentar los temas más importantes de #Veracruz. Fue una reunión productiva, para reforzar nuestras agendas de trabajo y así reafirmamos la voluntad de mantener una relación de cooperación".

En el críptico lenguaje político, “comentar los temas más importantes” fue hablar de los graves problemas que tiene el Estado y “reforzar nuestras agendas de trabajo” fue decirle que el gobierno federal va a reforzar su presencia en la entidad.

En realidad, la reunión, de acuerdo a la versión dada a “Prosa aprisa” de una fuente federal cercana a la SEGOB, ocurrió la tarde-noche del miércoles. “La reunión fue emergente”, según la fuente, quien dijo que se guardaba mucho hermetismo sobre lo tratado y que lo único que se decía es que lo habían citado de emergencia.

Extrañó que esta vez ni el gobernador ni el secretario de Gobierno subieron en sus cuentas de las redes sociales la foto ni dijeron nada del encuentro, cuando es común que siempre que viajan a la Ciudad de México y se reúnen con algún funcionario federal lo difunden.

Saludé con respeto y afecto al Gobernador @CuitlahuacGJ con quien tuve la oportunidad de comentar los temas más importantes de #Veracruz. Fue una reunión productiva, para reforzar nuestras agendas de trabajo y así reafirmamos la voluntad de mantener una relación de cooperación. pic.twitter.com/fHZBNUPzB5

— Olga Sánchez Cordero (@M_OlgaSCordero) October 3, 2019

Noemí Valdez, una reportera bien informada (el miércoles me había adelantado que traía buena información) publicó el viernes que la llamada fue para informarle que desde la Federación se prevé una intervención y “ayuda” para sacar a flote a Veracruz, “pues sus resultados al frente de la administración ya se convirtieron en un lastre para el Presidente Andrés Manuel López Obrador y la Cuarta Transformación” (Notiver, 4/10/19).

“Fuentes internas confirmaron que la encargada de la gobernabilidad en el país le dijo al mandatario que les preocupa enormemente los resultados que ha tenido en estos nueve meses al frente del cargo, por lo que desde esta fecha los diversos secretarios de despacho federales pondrán cada uno, en la medida de sus responsabilidades, más atención a la entidad”.

“Los temas prioritarios serán seguridad y gobernabilidad; también le recomendaron al mandatario hacer ajustes en las áreas en las que sus subordinados no han dado resultados”.

El encuentro se dio cuando Veracruz enfrenta graves problemas, el de la epidemia de dengue el último. El sábado, el propio presidente López Obrador incluyó a Veracruz (además de Puebla, Morelos y Guerrero) en los que “al viajar… es una constante encontrar caminos abandonados y donde la gente los tapa con tierra y pide una cooperación”. Calificó la situación como “lamentable” y “vergonzosa” y preguntó: “¿y las autoridades?”.

Ante la falta de más información oficial, la reunión queda para la especulación. ¿Para qué lo mandaron traer? ¿Qué trataron realmente? ¿O qué mensaje del presidente le transmitió la Secretaria?

De acuerdo a la fuente de “Prosa aprisa”, en el escritorio del presidente sus más cercanos asesores le pusieron dos propuestas para relevar a los secretarios de Gobierno y de Salud y le han presentado ternas para sus relevos. Del de Gobierno, según la versión, caló fuerte que se haya ido a pasear a Baja California con el pretexto de presentar un libro mientras que Veracruz se ahoga en graves problemas.

Algo que se puede decir del gobernador es que aparte de ser buena persona, como el propio presidente lo ha reconocido, es que también es buen jefe: prefiere hundirse con sus ineficientes colaboradores antes que despedirlos.