Lo que se veía venir luego de la renuncia del Magistrado del TSJN Eduardo Medina Mora, llegó y abrió la Caja de Pandora, mítico recipiente de la mitología creada por Hefesto por orden de Zeus, que contenía todos los males del mundo.  

Y es que jamás se dijo oficialmente cuál fue esa ‘causa grave’ que hizo renunciar a Eduardo Medina Mora.

Flotando en la imaginación quedó el sentir que de plano le aplicaron la ley fuga. Una ‘chicanada’ en su contra, pero quizá la única manera de echarlo de un cargo estratégico para proteger la corrupción a la que presuntamente servía.

Pero si bien Medina Mora abrió la Caja de Pandora, el ministro Presidente de la SCJN Arturo Zaldívar atizó al fogón y empezó a soltar demonios, al declarar que el Magistrado del Décimo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa Jorge Arturo Camero Ocampo, Presidente del Colegio Nacional de Magistrados y Jueces del Distrito del Poder Judicial de la Federación fue suspendido por presuntamente pertenecer a una red de corrupción y caer en el imaginario de enriquecimiento inexplicable. 

Un intocable.

Pero Zaldívar no se aplacó con eso, además reveló hoy la presión que sufrió del gobierno de Felipe Calderón, hacia los proyectos de los casos de la Guardería ABC de Sonora y de Florence Cassez que a él le tocó llevar.

Tales declaraciones movieron el mundo político del país, pues se ha puesto en la picota a gente intocable a la que jamás se hubiera tocado de no caer los regímenes dominados por el PRI y el PAN.

De aquí en adelante, tanto Zaldívar, a la SCJN y al Consejo de la Judicatura Federal no les queda de otra que seguir adelante limpiando la basura enquistada en ese poder.