Pensaron quizá que por ser el Partido del Presidente López Obrador el Tribunal Electoral de la Federación les iba a permitir cualquier manoseo en los estatutos y hacerlos a modo de quienes piensan deben dirigir el próximo periodo de MORENA, pero les falló porque la Sala Superior revocó el criterio de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia (CNHJ) de Morena, con el que querían reformar los criterios sobre reelección de dirigentes y consejeros del partido que aplicaban para el proceso de renovación interna que vive la institución política. 

¡Qué chasco se llevaron! Reformaron los estatutos para permitir la reelección inmediata de los dirigentes y hasta dos veces consecutivas para consejeros… etiqueta dirigida con toda seguridad a la reelección de Yeidckol Polevnsky o ¿acaso para la desconocida Bertha Luján?

Pero el Tribunal les dijo ¡No! 

La elección interna de Morena está entrampada, tanto que en Guadalajara, Jalisco, hicieron abortar su Asamblea a punto de balazos con resultado de 4 heridos. Pero también en las Asambleas de Tlaquepaque, Puerto Vallarta, Sinaloa, Chihuahua y Baja California, hubo zafarranchos. 

La elección interna tendrá que ser aplazada pues no se ven condiciones para llevarla a cabo en paz. 

Y eso que hoy por hoy, las mezclas políticas y el coctel de genes de izquierda, recontraizquierda, expriistas, expanistas, experredistas y todos los arribistas que hicieron alianza política con Morena, se juegan la presidencia del Partido. ¡Imagínese cuando se tenga que decidir por el sucesor de AMLO! ¡Se van a matar entre ellos!