Esta mañana los sabios bebedores de café hablaron del tema caliente del momento, Miguel Ángel Yunes Linares y sus recientes intervenciones públicas.

Los psicólogos, señalan los estudiosos, suelen usar el concepto de “disonancia cognitiva" para explicar un fenómeno cada vez más frecuente, que se caracteriza porque los conocimientos y las experiencias que hemos acumulado a lo largo de nuestra vida y nuestros sistemas de pensamiento ya no son útiles para explicar la realidad.

Es usual que las personas vivan conflictos porque les resulta difícil y a veces imposible comprender y menos aún aceptar ciertos hechos. Sólo quien no quiera ver podrá negar que la 4.ª T, implica un cambio en todos los modos de hacer política, que hay un ejercicio sumamente centralizado del poder político y un presidente tan poderoso o más que los de la época de absoluta hegemonía priista. Las nuevas reglas del juego aún se están cocinando y falta mucho para que podamos llegar a definiciones precisas y a delimitar correctamente el “estilo personal de gobernar".

Por eso la pregunta es obligada: ¿se está o no vengando AMLO de Rosario Robles y Juan Collado o Eduardo Medina Mora?, ¿hará lo mismo con Miguel Ángel Yunes Linares o lo dejará pasar?

 Ante estas interrogantes y sin reglas claras, ¿qué es lo más prudente?, un comedido silencio o un arrebatado discurso de autodefensa como el que el ex Gobernador viene soltando desde hace unos días.

¿Sabe la que le espera o no alcanza a medir bien los escenarios?, ¿será acaso lo que dicen algunos, que “fiel" a su estilo posee material de espionaje clasificado muy comprometedor contra el Gobernador e incluso contra el Presidente y que ése es su salvoconducto para la impunidad?, ¿será que igual que la mayoría sufre disonancia cognitiva o simplemente le ganó de nuevo su naturaleza bravucona y pleitera? Pronto lo sabremos.

Por lo pronto y hasta aquí YL es indiscutible ganador del canillazo de hoy.