Esta tarde, fuera de un conocido restaurante de carnes por el rumbo de Indeco Ánimas, se paseaba como Pedro por su casa Jaime Téllez Marié, extitular de Seguridad Pública con Yunes Linares, quien parecía empeñado en cavar zanjas con sus zapatos en la acera de concreto, mientras hablaba por su celular y se recargaba una y otra vez en los coches estacionados. Ese "rudo" ‘Súper’ Secretario Yunista, especializado en llorar ante reporteros que lo entrevistaban y que mandaba golpear a los prometidos de las damas que le gustaban, se la pasó sonriendo y, además, prácticamente sin guardaespaldas ni ayudantes como cualquier mortal. Es claro que no le teme a la vara de la justicia (a pesar de las denuncias en su contra por peculado y fraude de más de 400 millones de pesos) y menos a los malosos a los que dijo perseguir pero que claramente no lo tocan ni con el pétalo de una rosa. Las preguntas son inevitables: ¿acaso los yunistas están en plan de provocar a los morenos o por el contrario, se sienten protegidos?, ¿será que el actual gobierno también sufre los efectos de la extorsión y el chantaje político de las grabaciones comprometedoras, como le ocurrió en su tiempo a EPN?