El famoso “doctor besitos”, don Roberto Ramos Alor, a quien le regalaron el cargo de Secretario de Salud en el Estado, para desgracia de todos los veracruzanos, ya tiene un difunto más sobre sus espaldas. El menor Rigoberto Oliva González, quien falleció en el Hospital Infantil de Veracruz por falta de medicamentos para continuar con su tratamiento contra el cáncer que venía padeciendo.

La madre del menor fallecido, doña Cora de Jesús Rodríguez, dio a conocer que el menor Rigoberto Oliva González, quien padecía cáncer, falleció a consecuencia de una complicación con su estado de salud debido a la negligencia médica provocada por no recibir las quimioterapias durante las semanas que se suspendieron en el Hospital Infantil de Veracruz.

La afligida madre explica que Rigoberto no pudo recibir las quimioterapias durante el tiempo que el Hospital Infantil de Veracruz no contó con la campana de flujo laminar que preparara las soluciones para combatir el cáncer. “El niño –dice llorando-  ya se estaba sintiendo mal, entonces, por no haber el equipo no pudo recibir las quimios como tal (…) El día que se suspendieron las quimios, no recibió las quimios”, expresó. Según Rodríguez, hay otros 10 niños que padecen cáncer en riesgo de morir como consecuencia de la falta de quimioterapias en ese hospital.

Doña Cora de Jesús considera que el responsable de que el estado de salud de los niños se complique es el director del Hospital de Alta Especialidad de Veracruz, Sócrates Gutiérrez Castro, ya que no brinda una solución a la necesidad de medicamentos.

Pero, además, en este nosocomio hay otra situación grave. Los trabajadores del hospital regional y los delegados sindicales de la sección 40 del SNTSA que dirige Elizabeth Melquiades Rodríguez, se encuentran muy molestos con el director Sócrates Gutiérrez porque consideran, como sindicato, que las licencias con goce de sueldo no afectan para recibir el estímulo anual de puntualidad y de asistencia perfecta ya que las condiciones generales de trabajo vigentes establecen que dichas licencias se otorgan sin menoscabo de los derechos de los trabajadores, y el administrador del hospital les está negando firmar la hoja para recibir sus estímulos. Este dinero, nos comentan, lo quieren desviar como en anteriores gobiernos para los bolsillos del director.

Ya es tiempo de que tome medidas al respecto tanto el secretario de salud, como el gobernador Cuitláhuac García, y resolver el conflicto laboral antes de que los trabajadores sindicalizados opten por una huelga.

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