Luego de que el Presidente Andrés Manuel López Obrador considerara de flojera el reunirse con Javier Sicilia, activista que en años anteriores ayudara a detonar acciones contra la violencia y que en el 2011 hizo famoso el lema “Estamos hasta la madre”, diversos reconocidos activistas se han sumado a su intención de marchar

Y es que la violencia no tiene tintes políticos, la violencia es la violencia y esta es real, y como apuntó Javier Sicilia, si el gobierno no cambia la estrategia contra la inseguridad, será AMLO quien cargue con los muertos del país.

A pasos agigantados crece la ignominiosa lista de muertos y es cuando menos cuestionable que en el 2018, cuando AMLO necesitaba votos, se reunía con Sicilia para acordar una agenda de verdadera búsqueda de justicia y paz… y ahora, ya siendo Presidente, no tiene la mínima atención de aceptar la crítica y dialogar para aterrizar lo que en su momento prometió.

La indolencia gubernamental, que se cierra en sus ideas dogmáticas y maniata a las fuerzas del orden, ha hecho mucho daño. La dichosa tendencia que se celebró en una o dos semanas a principios de año, pronto se disparó nuevamente al alza y el 2019 pasará a la historia como el más violento de la historia moderna de México.

Los que protestarán, entiéndalo, no solo son los Sicilia, los Wallace, los Le Barón, sino que estarán acompañados con el concurso de todos aquellos nombres olvidados e ignorados, que viven cada día la desgracia de no tener paz en sus almas y corazones.

El padre Solalinde les ha dado la espalda, el Gobierno les da la espalda, AMLO les da la espalda… pero ellos se tomarán de los hombros y caminarán en conjunto de la única forma pacífica que tienen para protestar: marchando.

Y sabe qué, el pueblo los acompañará porque los que no han perdido a un ser querido, ha perdido la tranquilidad de no saber si él o sus familiares podrán regresar con bien a casa luedo de ir a trabajar, estudiar o simplemente al cine.