Siempre se ha dicho que “los tiempos de Morena son distintos a los que estábamos acostumbrados”.

Más de un año después de que fuera instalada la LXV Legislatura, en la que la bancada del Movimiento de Regeneración Nacional tiene la mayoría, con 26 de los 50 legisladores, la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de ese organismo político decidió expulsar de sus filas a los diputados locales Augusto Nahúm Álvarez Pellico, Jessica Ramírez Cisneros y José Magdaleno Rosales Torres.

Los tres legisladores están señalados por haber intentado conformar una segunda bancada de Morena al inicio del actual Congreso, por su resistencia a que los coordinara el diputado por Los Tuxtlas, Juan Javier Gómez Cazarín.

Pero eso no es todo. En la denuncia presentada ante las instancias partidistas por Laura Yazmín Ugalde Colunga (diputada suplente de Jessica Ramírez Cisneros, por Minatitlán) se hace referencia a ataques mediáticos que estos tres diputados lanzaron contra el coordinador de su bancada, contra funcionarios del gobierno estatal e, incluso, contra el gobierno de Cuitláhuac García. Se recuerda, además, que ambos se manifestaron en contra de la gestión promovida por su partido para iniciarle juicio político al entonces Fiscal de Veracruz, Jorge Winckler.

Y en todo tienen razón.

En efecto, estos diputados mostraron desde el inicio una marcada resistencia a acatar el liderazgo de Juan Javier Gómez Cazarín, a pesar de que éste se había ganado la coordinación con el respaldo de dos tercios de los miembros del grupo legislativo.

Pero las diferencias eran naturales y merecedoras del respeto de sus colegas. El propio Gómez Cazarín se dijo “sorprendido” por la decisión de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia y aclaró que, a pesar de sus diferencias, los tres diputados habían cerrado filas con su bancada y ya se trabajaba de manera coordinada con ellos.

“Deben entender nuestros dirigentes nacionales que en Veracruz se ha hecho un trabajo efectivo y correcto, yo estoy a favor de que mis compañeros sigan en la bancada”, dijo el coordinador.

Debido a su notoria mayoría, y a la ruptura de la segunda fuerza política en ese Congreso (el PAN), una eventual salida de estos tres diputados de la bancada en nada afectaría a la bancada de Morena.

El artículo 31 de la Ley Orgánica del Poder Legislativo establece que la Presidencia de la Junta de Coordinación Política será del grupo legislativo que cuente con la mayoría absoluta de diputados, pero en caso de que ningún grupo tuviera la mayoría absoluta, esa presidencia será ocupada -por todo el período de la Legislatura- por el coordinador del grupo que cuente con la mayoría relativa, “siempre que el número de diputados de ese grupo sea superior a veinte”, circunstancia que se seguiría dando.

¿Qué hay diferencias? Eso es evidente, pero también han demostrado que pueden transitar de forma civilizada y que todos tienen como fin común el bienestar de los veracruzanos.

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