La libertad de culto, es un derecho que incluso contempla el artículo 24 de nuestra magna Constitución, a lo largo de mi vida  he convivido con cristianos, mormones, judíos, musulmanes y gente que ha profesado innumerables creencias y credos, la luz del mundo, los brasileños esos de “Pare de Sufrir”, gente que va con la del tarot, el señor que truena las anginas, que te jalan el empacho y un montón de cosas que no alcanzo a comprender; para mi sin embargo, nuestra fe es algo muy íntimo, muy nuestro, es por ello que considero que si al equipo compacto de doña Rocío Nahle, los chamanes y creencias New Age, les han dado resultados positivos en sus vidas, lo celebro y lo respeto; es más, incluso me dan ganas de ir a que me den unos tips, porque ver a doña Xóchitl Arbesú y al doctor Ramos Alor, con esas capacidades y ese talento que ambos poseen, convertidos en Secretarios de Despacho, en un Gobierno como el de Cuitláhuac García Jiménez, en verdad es de admirar al chamán, ha hecho milagros con ese par.

Es una burla para el pueblo veracruzano, ver un médico que juró por Hipócrates, a un hombre de ciencia, haciendo tremendo papelón con un grupo de personas en plena “Casa del Pueblo”; daba risa verlo haciendo ritos y danzas devotas, a lo largo y ancho de la sala de la Diputación Permanente; en realidad no sé a qué religión pertenece el doctor Ramos Alor, pero lo que hizo en el Congreso Local,  estuvo completamente fuera de lugar.

¡Vaya!, recordarán queridos míos que nadie le rezó un Rosario, ni un Kadish del doliente, ni mucho menos un Salat al yanaza a don Juan Carlos Molina Palacios, el día que le hicieron el homenaje póstumo en el Congreso; a Molina Palacios le rezaron sus amigos y familiares en la iglesia de la Virgen de la Candelaria en Tlacotalpan y los rosarios fueron en la intimidad de su casa; no veo porque el doctor Ramos Alor, no hizo sus rituales en su hogar y no en la sala donde sesiona la Diputación Permanente en el Palacio Legislativo.

Ahora bien, las estridencias y excentricidades del galeno, en ningún caso podrían ser toleradas, pero al menos se justificarían, si el hombre tuviera la dependencia a su cargo en óptimas condiciones, pero todo indica que eso no es así; no me voy a ensañar con él, ¡Capaz me echa de maldiciones!, solo mencionaré la sanjuaniza que le puso la Diputada Elizabeth Cervantes de la Cruz, quien aun siendo de su mismo partido, con mucha sencillez y en la plenitud de su frescura, lo puso en su lugar al relatarle la situación en la que se encuentran los servicios de salud en Álamo, para concluir Cervantes de la Cruz, le puso el cajón y las flores diciendo que habría llevado a su hijo y juntos habían padecido las carencias y el mal servicio de salud en su distrito.

Ya de la fina maraca que le puso el diputado Gonzalo Guízar Valladares y del modo en que lo agarró de saco de boxeo el diputado Alexis Sánchez, no hablaré, porque como son diputados de bancadas opositoras, no fueron tan letales, como doña Elizabeth Cervantes.