Como adultos, alcanzar nuestras metas de Año Nuevo nos cuesta mucho trabajo, sobre todo aquellos propósitos que implican dietas rigurosas o ejercicios que, siendo realistas, mientras no seamos perseverantes, jamás llegarán a culminarse.

Es típico que a la llegada de un nuevo año queremos cambiar ciertos hábitos que nos parecen un tanto dañinos o cero favorecedores. Y aunque este tipo de metas o propósitos son más pensados en adultos, los niños también tienen propósitos a su manera como sacar mejores calificaciones o aprender cosas nuevas. Algo que con el tiempo los llevará a ser mejores personas, pues cuando nos proponemos metas, éstas se vuelven un reto positivo del cual se puede aprender mucho.

Para que un niño alcance ciertas metas, deberá ser guiado por sus padres de una manera “light” porque recuerda que si le impones algo, menos lo hace, lo dice la psicología inversa.

Así que lo que tienes que hacer es simplemente hablar con él de los hábitos o propósitos que busca para mejorar este año, aquí algunos ejemplos:

Un niño siempre estará motivado si le planteas recompensas realistas y que de verdad se las des. Por ejemplo, le puedes decir que si se pone las pilas en la escuela, a final de año recibirá un lindo regalo.

Anótalo en una hoja y fírmenla a modo de que es un tipo de “contrato” divertido.

No olvides el “contrato” y dale un obsequio lindo si alcanzó la meta deseada. Si no lo hizo, no hay problema, él debe saber que no siempre será perfecto y que de los errores se aprende. Simplemente para la próxima deberá echarle más ganas.

Un tema complicado, ya que a la mayoría de los niños no les gusta comer saludable, pero eso está en las manos de los padres.

Hay una técnica muy interesante que dice que si quieres que coma por lo menos una fruta o verdura al día, debes plantearle dos o varias opciones para que no suene como una imposición. Por ejemplo, en lugar de decirle: ¡Cómete el jitomate!, dile: ¿Qué prefieres, papa o jitomate? Y él deberá decidir entre uno y otro.

Como propósito o meta de nuevo año, puedes motivarlo. Le puedes explicar todas las ventajas de comer saludable y las cosas positivas que esto traerá. También explícale por qué los niños no deben comer mucha chatarra o refrescos dañinos para la salud.

Dicho esto, dile que si come todo, recibirá una deliciosa recompensa como un poco de helado o cualquier otro postre. ¡Esto les encanta!

Si tu hijo tiene dotes artísticos, no lo limites y ayúdale a explorar su creatividad.

Cuando son pequeños, los niños tienen la capacidad de aprender muchas cosas, así que si le gusta la música, inscríbelo a clases.

Si la meta es aprender a tocar un instrumento nuevo, la perseverancia y la práctica serán esenciales para alcanzar el objetivo y como la música siempre será un motivante positivo, qué mejor que inspirarlo a crear.

Recuerda que sea cual sea el objetivo que quieran alcanzar, se debe hablar en forma para que tu hijo o hija vean más realismo en ellos y así se enfoque en realizarlos.