Ante la falta de información política sustancial lo que priva en columnas y análisis políticos son las a veces inevitables y pedantes especulaciones aseguran los sabios bebedores de café en la capital veracruzana. 

Es cierto que desde que Cuitláhuac García Jiménez ganó la elección para gobernador le han crecido sus detractores y zopilotes, lo candidatean para dejar su puesto un día sí y el otro también.  

Por ello no faltaron los ingenuos que se creyeron aquello de que el Congreso local legislaría para barrer el piso al hoy segundo de abordo de Cuitláhuac.

Incluso de inmediato la bautizaron la iniciativa como la antesala de la ‘#LeyCisneros’ y hasta 'explicaron' las 'razones' de que haya sido la diputada priista Erika Ayala Ríos quién la iniciara. Lo cierto es que en Veracruz, algunos hasta huapangos norteños bailaron mientras que los  Cuitláhuistas de hueso colorado culparon al titular de gobierno de maniobrar en el Congreso para acceder al gobierno sin tener que ir a elecciones.

Sin embargo, cuando enel Congreso se discutió y se pudo leer la reforma aprobada, se precisó que fue un trámite legislativo para alinear las Constituciones local y general,  las especulaciones se derrumbaron y quedaron sepultadas en el anecdotario de las falsas notas. 

Canillazos para los que no han sido incapaces, al menos, de generar temas serios de debate político.