La Fiscalía General de Veracruz no levanta. La percepción popular es que la encargada de la Fiscalía General, Verónica Hernández  Giadans no ha respondido a las expectativas  anunciadas afirman los sabios bebedores de café en la capital del estado.

Lo delicado no es solo la falta de resultados sustantivos sino los escándalos que brotan desde el interior de la dependencia.

La venta de plazas era una vergonzante práctica del pasado revivió ahí: en la ‘Casa de la justicia’.

La venta de plazas quedó demostrada y reconocida por la Fiscal Verónica Hernández Giadans y por ello despidió al secretario particular del Secretario Técnico de la Fiscalía que apareció en una videograbación recibiendo un primer pago y adelanto, por un cambio de adscripción más rentable, supuestamente negociada su jefe Manolo Fernández.

Sólo que a la ‘magnánima’ Verónica solo se le ocurrió despedirlo sin ordear una investigación ministerial del caso y dejó toda una estela de dudas:

¿A quién se protege? ¿Qué otros delitos trató de tapar con un simple y llano despido? ¿Hubo autor u otros autores intelectuales y hasta qué nivel llegó el moche? ¿Existe una red de corrupción dentro de la Fiscalía? ¿Estaba enterada Verónica?

Y es que una solución tan simple de ‘resolver el caso’ da mucho en qué pensar.

La pregunta es, ¿quedaron satisfechos con esa solución el Gobernador y el Secretario de Gobierno, quienes conocieron la queja por escrito?

Señores no hagan dudar a la concurrencia. Hay que ser serios.