En los cafés de la capital veracruzana se comenta que  en realidad la próxima elección para gobernador en Veracruz no será fácil para nadie, pues ya falló el PRI, el PAN igual, y MORENA anda dando tumbos y cayendo de bruces al querer transformar todo, haciendo lo mismo y peor que los anteriores. Y, el PRD es un  partido que nació descabezado o más bien con dos cabezas y ocho poderosas tribus que han impuesto su ley y no lo han dejado crecer como quizá pensaron, Cárdenas y Muñoz Ledo.

Por ello son tan importantes las elecciones intermedias del próximo año. Será el termómetro para todos los partidos políticos, viejos y nuevos, pues al parecer no habrá algún valiente por ahí que se quiera meter en el berenjenal de requisitos por  aparecer en la boleta como candidato independiente. Esa figura hasta ahora ha demostrado no ser rentable ni confiable.

Así que de verdad, si los partidos quieren impactar en las urnas y ganar posiciones quienes aspiren deberán moverse  ya, duro, abrirse de capa,  invertirle; decir yo si quiero y puedo, pero sobre todo demostrarlo.

El tiempo de ganar con vacas ha pasado.

Ahora sí. quién quiera se la tendrá que rifar para tratar de alzarse al menos, con la candidatura de su partido.

En MORENA por ejemplo, hay mucho aspirante que ya se cree candidato, pues piensan que el dedo de Palacio y el membrete les bastará para ganar, pero pueden equivocarse, si no son bien vistos y muestran un impecable currículo e hicieron su chamba para ser bien vistos, se quedarán como las novias de rancho.

El dedazo ya no será factor de triunfo seguro sea del partido que sea. Y todos, se la tendrán que rifar y demostrar que  son los mejores para ganar en las urnas.

Canillazos para aquellos que piensan que por tener el dedo y memgrete a su favor van a ganar alcaldías y diputaciones, como lo hacían las vacas de antes, podrían esta vez morder el polvo.