Esta mañana no se habla de otra cosa en los cafés de la capital más que del caso de Verónica Hernández Giadáns, encargada de la Fiscalía General del Estado de Veracruz.

Las apuestas están 30 a 1 de que debe irse de la Fiscalía.

La pregunta es ¿Quién dará el primer paso, tomará la palabra y dirá me voy o debe irse.

Legalmente Verónica Hernández no es la Fiscal,  pues a Winckler aún no pueden separarlo del cargo, ni detenerlo, ni sancionarlo, es decir está en el limbo. Así que un cambio a tiempo no sería tanto problema protocolario.

Y es que dejarla en el cargo, o separarla o que ella misma se separe va a causar un tremendo daño político a la 4T, al gobernador de Veracruz Cuitláhuac García Jiménez  y al propio Congreso del Estado.

El daño ya está hecho y lo que venga o viene solo será una manera de minimizarlos.

La siguiente pregunta es: ¿Querrán minimizar los daños? o pensarán que el caso pronto se olvidará como tantos más que duran el día y la víspera.

Y es que en el imaginario colectivo se explica el caso como una bien planeada venganza de a quién le quitaron su Fiscal y ahora solo se está desquitando.

Lo de ayer durante la comparecencia en el Congreso solo fue una probadita de la información que los adversarios políticos de la 4T deben tener en mano. Supongamos que la encargada de la Fiscalía hubiera negado el parentesco con ‘La Jefa’, ahí mismo le hubieran exhibido actas de nacimiento y quizá hasta el árbol genealógico y conversaciones a través del chat familiar.

Es decir, a la encargada de la Fiscalía la pusieron contra la pared. Lo que contestara le sería en contra.

Y es que si aquí en Veracruz no se analiza bien el caso, lo harán desde la capital de la República, de Gobernación o desde el mismo Palacio Federal.

La tercera pregunta es quién ¿Quién dará el primer paso, tomará la palabra y dirá me voy o debe irse.

Es decir, será cesada o dada de baja por motivos de salud o ella, personalmente dejará el encargo para no entorpecer la labor de la justicia y no seguir contaminando el mundo político de Veracruz, ya de por sí contaminado.

El tema está quemante, candente y con un desenlace inminente para bien o para mal.

 30 a 1 las apuestas de que la Fiscal pedirá licencia. La moneda está en el aire. 

Cafés express, con refil para los que deben decidir el destino de la Fiscal encargada y también para los que esperan concer la decisión de arriba o de la de más arriba.