Hace pocos años desde Presidencia le dieron el tiro de gracia a la filosofía Maderista. De un plumazo en los Congresos federales y locales pisotearon la idea del “Sufragio Efectivo, no reelección” y permitieron que los diputados pudieran reelegirse ocupando hasta cuatro periodos, los Senadores hasta dos, y los presidentes municipales dos periodos. 

Sin embargo, a la distancia la pregunta pertinente es ¿Ha dado frutos? Hasta el momento los únicos que han podido gozar de dicha modificación constitucional han sido los diputados locales, pues los federales y alcaldes, apenas estarían en aptitudes de hacerlo a partir de las próximas elecciones.

Lamentablemente la respuesta es que no, no se ha ganado nada sustancial. Los que se han reelecto no representan ventaja comparativa con los nuevos, por lo que la teoría de la carrera parlamentaria y evitar la improvisación, no ha rendido frutos.

Por tanto, el que se esté promoviendo desde el Congreso Local, la reforma constitucional para evitar la reelección inmediata, podría decirse que se quiere regresar al buen camino. 

El diputado Rubén Ríos Uribe, integrante del Grupo Legislativo de Morena, presentó dicha iniciativa. “Poner límites a un derecho, no es negarlo y la Constitución no puede ser inconstitucional, por lo que el derecho a votar y ser votado en las elecciones se mantiene intacto”, abundó. 

Lo malo es que la modificación es a medias, pues se propone que los legisladores, federales y locales, no sean reelectos para el periodo inmediato posterior, y después de ese periodo, puedan ser electos sólo para un periodo más.

Lástima que en el caso de los políticos aplique tan comúnmente aquella máxima de que tanto el giro como el colorado son iguales. Durante décadas no se tuvo reelección… ¡Y nos fue mal! Ahora con la reelección… ¡Nos volvió a ir mal!

Entonces, no es el método ni la forma, es esa pléyade de políticos sin escrúpulos que sólo buscan los intereses de grupo, de partido o personales, y que dejan de lado las verdaderas necesidades de sus representados. 

En fin, que habrá que ver hasta dónde escala la iniciativa de Ríos Uribe y sobre todo, si da o no da resultados. Por el momento, no se le escatima la iniciativa y se aplaude el que quiera modificar el status quo.